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25 de enero de 2019, 4:00 AM
25 de enero de 2019, 4:00 AM

Le costó el cargo a David Tezanos el terrible error de ventilar su conflicto conyugal, sin respetar la investidura del Defensor del Pueblo ni los derechos de su pareja de no instalar su caso en los medios. El hombre complicó solo su situación y cerró este bochornoso capítulo con su renuncia, probablemente más por las críticas generalizadas y la presión de algunos legisladores del MAS que por voluntad propia. Penoso final de una autoridad que fue perdiendo la confianza y el respeto por sus propios desaciertos. Quien ocupe una cartera como esta debe tener una integridad ética y moral de hierro. Ni qué decir de la independencia y capacidad profesional, que en este caso, estuvieron en duda desde su nombramiento. La historia no termina, ya que deben elegir al sucesor, que deberá estar a la altura de los desafíos de un año complejo. Además, Tezanos enfrenta la demanda judicial de su expareja y deberá afrontarla sin influencias.

Con la decisión de, por lo menos, siete de los binomios de no votar este domingo, las inéditas primarias nacerán devaluadas. ¿Qué explicación dará la misión de la OEA a la comunidad internacional y al secretario Luis Almagro por este ausentismo en un proceso que debió encaminarse de otra manera? Entre tanto, el MAS hará probablemente lo que esté a su alcance para disimular el fracaso con una multitudinaria movilización de sus militantes.

No solo Venezuela está que arde por la crisis, sino que todo el vecindario se puso al rojo vivo por la pugna de Nicolás Maduro con Juan Guaidó. El gobierno de Trump y varios otros se pusieron al frente de la situación, pero también se involucraron Rusia y los aliados del “chavismo” en la peligrosa disputa. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene mañana la palabra.

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