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20 de noviembre de 2018, 4:00 AM
20 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Décadas han pasado inadvertidas entre políticos y gobernantes de diferentes partidos que, por estar preocupados en cómo llenar sus cuentas y sangrar las arcas del Estado, se olvidaron de mirar hacia el futuro para catapultar la producción nacional más allá de nuestras fronteras, desaprovechando infinidad de oportunidades.

Sabemos que tenemos una ubicación geográfica estratégica y el Estado ha dejado históricamente de lado las rutas logísticas naturales que Santa Cruz tiene al este; nadie (o casi nadie) se ha dedicado expresamente a desarrollar un proyecto integral de largo plazo para el sector agropecuario; por eso es bueno dejar de lado los intereses personales y de grupo, y mirar como ‘un todo’ el potencial productivo cruceño, a fin de dar mayor impulso al crecimiento y sostenibilidad de la economía agropecuaria e industrial de la región, e incrementar el ingreso de divisas para el país.

Estamos equivocados si pensamos que las cosas van a suceder por sí mismas, estoy seguro de que este es el momento de empezar a mirar hacia el futuro, de manera ordenada, organizada y con objetivos muy bien definidos; tenemos toda la capacidad y las herramientas. Sin embargo, necesitamos reglas claras y seguridad jurídica por parte del Estado para seguir invirtiendo y garantizar la seguridad alimentaria, las oportunidades de crecimiento, el empleo y la exportación de nuestros productos.

Por la cercanía, me gustaría que observemos lo que ha logrado hasta ahora Paraguay. El modelo que implementaron demuestra claramente la voluntad del sector público y privado, con el objetivo de generar divisas para el Estado y dar sostenibilidad al sector productivo que genera recursos renovables permanentes.

Ahora bien, ¿qué nos impide a los bolivianos convertirnos en uno más de los graneros del mundo? La respuesta es simple, solo la voluntad de los gobernantes y productores para establecer reglas y normas claras que permitan acceder a la tecnología; voluntad de incluir en sus ministerios a profesionales con experiencia en producción y desarrollo de tecnologías, que colaboren con la elaboración de leyes que den sustentabilidad a los proyectos; voluntad para mirar al sector agropecuario-industrial como una fuente de divisas importantes y renovables que permita seguir creciendo. Simple voluntad, pues desde el Acuerdo Patriótico hasta el actual Gobierno jamás ha existido una apertura sincera para poder sentarse en una mesa de diálogo y discutir el futuro del país de manera seria.

Los bolivianos somos muy capaces, por ello les pido, señores gobernantes, que no sean cómplices de complejos, regionalismos ni de ideologías que solo dañan el desarrollo de un país. Les propongo que apostemos por el futuro, que dejemos una mejor nación a nuestras próximas generaciones; permitan que se desarrollen los proyectos que apalancarán el crecimiento y dejen a quienes saben producir que produzcan, solo necesitamos las condiciones.

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