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14 de noviembre de 2017, 4:00 AM
14 de noviembre de 2017, 4:00 AM

La situación del tráfico en nuestras ciudades se está tornando sencillamente inhumana. Es una prueba cotidiana a la cordura, el equilibrio y el buen genio. 

La preocupación sobre el tema del transporte es similar al que existe en las ciudades del continente. La preocupación se demuestra en el volumen de estudios, investigaciones, propuestas y soluciones que se están planteando. La CAF ha creado un observatorio para apoyar la reivindicación humana de quienes sufren rutas inmisericordes, servicios pésimos y costos desproporcionados. "Los hogares bolivianos dedican –en promedio– 20% de su gasto en transporte."

En el estudio sobre Ciudades Intermedias en América Latina que desarrollamos en el Centro Para la Participación y el Desarrollo (Cepad) descubrimos ciudades que han encontrado respuesta a sus problemas de manera concertada, civilizada y sonriente. Parece que necesitamos inventar el hilo negro, pues bastaría con adecuar de manera inteligente las soluciones de nuestros vecinos. En todos los casos se escucha la frase "Plan Maestro de Transporte", primera condición para proponer medidas ajustadas a la realidad.

Por ejemplo, el transporte de pasajeros en la ciudad de Córdoba se realiza con colectivos, remises, taxis y trolebuses. En 2015 había en promedio una flota de unos 830 colectivos y 45 trolebuses que transportaron un total de 184.165.537 pasajeros entre enero y noviembre de 2016. En cuanto a la flota de taxis y remises, en 2015 prestaban el servicio un total de 7.237 unidades. Para administrarlo, el municipio cuenta desde 1995 con el Centro de Control de Tránsito, que tiene la tarea de operar los semáforos de la ciudad, que incluye aproximadamente 310 intersecciones. Posee un sistema de circuito cerrado de televisión, que permite monitorear las condiciones de operación de los cruces más conflictivos, además, detecta oportunamente incidentes o situaciones de congestión.

Otra solución viene con el ‘pago con tarjeta sin contacto’, método electrónico que sirve para unificar el servicio a través del gobierno municipal y que homologa el pago en calidad, distancia y tiempo.

Mientras, en Santa Cruz de la Sierra por ejemplo, nos estamos ahogando con 365 paradas de taxis, radiotaxis, minibuses de transporte interprovincial e intermunicipal que ocupan avenidas y anillos, ocasionando un caos  que se suma al aumento entusiasta de 2.800 autos mensuales al parque automotor, y que se agregan a los 458.000 motorizados existentes; en lo que va del primer semestre de 2017 la cifra aumentó en 16.800 vehículos, haciendo un total de 474.800, los cuales, hasta finalizar la gestión, se estima que serán 491.600 autos.

No es distinta la situación en las capitales del eje central y aun ciudades intermedias, como Tarija, sufren el embate de los sistemas corporativos que controlan las rutas contra el interés de la población.

Estamos en un momento de inflexión. Lo que está claro es que no podemos seguir así.

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