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15 de abril de 2018, 4:00 AM
15 de abril de 2018, 4:00 AM

La presencia del consultor internacional Eleodoro Ventocilla en Santa Cruz, a invitación de Unifranz, permitió la participación de empresarios, autoridades, docentes y líderes de opinión en un curso organizado por la Escuela de Negocios de dicha universidad sobre las ‘empresas unicornios’. Estas conllevan una connotación mitológica, referida a algo fantástico, casi sobrenatural, porque hace referencia a compañías recientes que consiguen un valor superior a los 1.000 millones de dólares en poco tiempo, que han prosperado en lugares donde se brindan las condiciones óptimas para el emprendedor, los conocidos ‘ecosistemas de innovación’. 

Su nombre se lo deben a Aileen Lee (2013), quien usó por primera vez la palabra ‘unicornio’ para referirse a este tipo de compañías. Difieren de aquellas empresas tradicionales (‘dinosaurios’) que se basan en el empleo de activos físicos y medios analógicos. Al principio contabilizó apenas 40, hoy han crecido un 3.000%.

Ventocilla, autor del libro Tiempo de Unicornios, analizó aquellas empresas altamente innovadoras, relacionadas con el auge de las redes sociales, de crecimiento exponencial –no lineal–,  y de impacto global como Facebook, Amazon, Alibaba, YouTube, Tesla, Uber, Airbnb, entre más de 240. Verificó en ellas varias características comunes: 1. Financiación privada. 2. Tiempo de actividad menor a 10 años: 3. Vinculadas a las redes sociales. 4. Dirigida por equipos jóvenes y un modelo gerencial ágil. 5. Innovación creadora, donde la robótica y la inteligencia artificial comienzan a dominar en los procesos industriales. Lo que hoy crea riqueza es el capital intelectual, y eso está impulsado por el talento humano, pasando de la ‘manufactura a la mentefactura’. 6. Patrimonio mayor a 1.000 millones de dólares. Esta es, quizá, la característica más representativa. 7. Ser una empresa disruptiva, o sea, una nueva forma de organizaciones basadas en la innovación sistemática utilizando medios digitales y simbólicos. 

Todos se preguntarán sobre las pautas para alcanzar estos modelos de empresas. El experto dice que se equivocan quienes piensan que hay que ser rico para aspirar a implantar una empresa unicornio y nos señala el camino: primero, encontrar una idea que realmente no estaba antes. Para ello, hay que ser creativo. Segundo, agregarle valor a esa idea, es decir, hacerla productiva. Tercero, llevarla al mercado y obtener recursos para sostenerla. Cuarto, una vez la idea está en el mercado, asegurarse de compartir ese valor con todos los que ayudaron a llevarla adelante.

Esta nueva realidad, desconocida por muchos, debe motivar al país porque aquellas empresas privadas o estatales que no reconozcan este contexto diferente y continúen anclados en el pasado, con seguridad irán desapareciendo progresivamente y solo se mantendrán transitoriamente activas en los países más subdesarrollados del planeta. El cambio hacia la revolución industrial 4.0 es imprescindible aquí y ahora, si pretendemos hacer de Santa Cruz 2061 un centro empresarial, de emprendimiento, innovación e influyente en el ámbito internacional.

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