Opinión

Suicidios, homicidios, feminicidios

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13 de noviembre de 2017, 6:36 AM
13 de noviembre de 2017, 6:36 AM
Informar con rigor sin sensacionalismo y sin morbo, ayudando con conocimiento científico es fundamental para prevenir réplicas de suicidios, homicidios y feminicidios, este último ha asumido estadísticas aterradoras en nuestro país y en la mayoría de países iberoamericanos.


Focalizar el objetivo es poseer la capacidad de comunicación verbal y escrita para abordar estos escabrosos temas, sin que la carencia de destreza en la producción produzca más dolor y desesperanza. 


Cuando se informa sobre un suicidio, homicidio o feminicidio, además de la rigurosidad en la información, debe cerrarse la noticia con un mensaje sobre la importancia de vivir y de preservar la vida. Así se aprende a escuchar y se frena la morbosidad, generando una reflexión que puede ayudar a detener la pérdida de otras vidas cuando se lee o escucha una información de esta naturaleza.


A las personas que sufren y leen este tipo de noticias que no cuidan la rigurosidad, la adecuada elección de los términos , como se describe líneas arriba, les sobreviene la crisis por su propensión y, esta crisis es breve, siendo su característica la dualidad o también la abstracción, porque en realidad, las personas no quieren morir, sino lo que no quieren es vivir como están viviendo, con ese dolor y esa infravaloración a la vida, sin embargo, si están expuestas a una información sensacionalista puede constituir la misma el empujón para tomar una fatal decisión.


Se puede cumplir con el deber de informar sobre un suicidio, homicidio o un feminicidio jugando al joven Werther de Goethe, aquel joven romántico que se suicida por su amor platónico y que conduce a la imitación. Por esta razón no deben incluirse en las informaciones de esta naturaleza especifica los detalles morbosos, excitables y susceptibles a imitación, porque está demostrado, estadísticamente, que cuando aparecen las noticias de esta forma se producen réplicas a los 3 o 4 días del suceso y luego a las dos o tres semanas.

Como corolario el lector se preguntará cómo se deben presentar las noticias de este tipo y, la respuesta concluyente y comprobada estriba en no presentarlas en la portada de un periódico, peor encuadradas y en colores o al inicio de un telenoticiero para cautivar la atención, evitar que sean titulares de suicidio, homicidio o feminicidio, y no abusar de adjetivos establecidos en el lenguaje coloquial.
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