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21 de noviembre de 2018, 4:00 AM
21 de noviembre de 2018, 4:00 AM

Por mandato de la Constitución, el Tribunal Supremo Electoral es el encargado de organizar y administrar el padrón electoral. Conforme a la ley de organizaciones políticas el TSE es responsable de validar y administrar el registro de militantes.

Ante el registro fraudulento de militantes incurrido por agrupaciones o partidos políticos, el Tribunal Supremo Electoral no puede eludir su responsabilidad sobre la validez del padrón electoral de militantes, porque esta es su atribución privativa.

El TSE manifestó que no estábamos preparados en Bolivia para la realización de elecciones primarias el año 2019, el gobierno del MAS lo impuso para validar su candidatura inconstitucional y el Tribunal Supremo Electoral concluyó manifestando que sí estaba preparado para administrar el proceso electoral de primarias.

El TSE no ha logrado conformar un padrón biométrico único de militantes de las organizaciones políticas conforme a ley, por tanto, demuestra que el sistema electoral de registro, aun sea de partidos, ha sido perforado y así con esa vulneración se realizarán las primarias.

Es decir, sin ninguna garantía para el sufragio de militantes, cuyos resultados serán distorsionados.

Esto demuestra que el gobierno del Movimiento Al Socialismo impuso al Tribunal Supremo Electoral las primarias de enero 2019, proceso para lo que no está preparado porque no tiene padrón biométrico de militantes. En la actualidad existe una Ley de Organizaciones Políticas que no está siendo cumplida por el TSE.

Con la actual distorsión del registro de militantes ¿cómo detectar el transfugio político, que es causal de pérdida de mandato?, ¿cómo tener certeza cuando una persona tiene militancia para optar a un cargo público?, son muchas interrogantes que culminarán perforando el sistema electoral y se pondrá en entredicho la veracidad de la información.

El TSE no puede deslindar su responsabilidad sobre el registro del padrón de militantes porque es su competencia privativa y asumió que sí se podían llevar adelante las elecciones primarias en enero de 2019.

Validar y administrar este padrón no es atribución de los partidos, quienes deben ser responsables de sus actos por el registro de militantes, pero la garantía de procesos electorales corresponde al Tribunal Supremo Electoral.

El registro fraudulento (firma y huella) de militantes constituye delito de falsedad material e ideológica que no puede quedar impune y debe ser sujeto de investigación, porque es la fe del Estado la que esté en entredicho.

La responsabilidad del Tribunal Supremo Electoral de limpiar y validar el padrón biométrico único de militantes de las organizaciones políticas corresponde al órgano electoral. En las condiciones actuales no existen las mínimas garantías para la realización de las primarias en enero 2019.

Hasta ahora el Tribunal Supremo Electoral ha demostrado que no está cumpliendo su atribución de administrar un padrón de militantes conforme lo establece la ley 018 y 1096.

Todo esto confirma que la Ley de Organizaciones políticas y la realización de primarias están dirigidas a consolidar la candidatura inconstitucional de Evo Morales.

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