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8 de noviembre de 2017, 4:00 AM
8 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Aunque la línea y la metodología del programa de prevención a la violencia YoSoyMiprimerAmor está en contra de todo tipo de confrontación, hoy debo aclarar las falsedades e inventos escritos por María Galindo, pues no solo atacan a mi persona, sino también a las 1.260 voluntarias que son parte de este movimiento y a las más de 35.000 mujeres, niñas y adolescentes que participan en él. 

Hace un año, María inventó que en los talleres enseñábamos modelaje, maquillaje y que recibíamos recursos municipales; sus mentiras se las llevó el viento por no tener sustento. Un año más tarde me acusa de ganar plata, promocionar mi imagen, tener una campaña sin contenido y de no querer debatir.

Que no le guste el fucsia o no comparta lo que digo o hago no le da ningún derecho a inventar o alterar la verdad. En tres años de arduo trabajo YoSoyMiPrimerAmor se ha convertido en el movimiento femenino más grande del país, nuestras últimas actividades convocaron a más 21.000 mujeres en Santa Cruz y a 15.000 en La Paz. 

Los talleres que impartimos promueven los derechos, fortalecen la autoestima, despiertan la inteligencia emocional y alertan sobre toda relación que pueda terminar en violencia; mujeres y hombres de todas las edades participan de nuestras actividades, que son gratuitas por el apoyo de empresas que, desde sus programas de responsabilidad social, nos donan el material, refrigerio, pasajes y alojamiento. 

Gracias a una metodología lúdica y de experiencia, con lenguaje claro y sencillo, logramos conectar y crear un ambiente de confianza que nos permite prevenir y detectar situaciones de violencia. Son cientos de historias y casos de mujeres, niñas y adolescentes que han sido atendidos y derivados a las autoridades correspondientes. Solo por nombrar algunos, está el de una adolescente en Tarija que tras participar de nuestro taller se armó de valor para pedir ayuda y confesar que su padrastro la violaba; él ahora está en la cárcel.

En Santa Cruz, dos niñas sufrían toques inapropiados por parte del tío que las cuidaba, pero tras conocer el caso, una de nuestras sicólogas voluntarias se comunicó de inmediato con la madre, quien inmediatamente alejó a sus hijas de esta situación de violencia. En Oruro, una joven rompió el silencio para contarnos que con engaños y el pretexto de una tarea su hermano mayor -entonces de 15 años- la violó cuando ella tenía seis; con lágrimas en los ojos confesó que no sabía lo que realmente estaba pasando, nunca creyó que su hermano le haría daño. 

Lamentablemente, la violencia es parte de nuestro círculo de vida, algunas la hemos vivido y otras conocen a quien la sufrió o la sufre. YoSoyMiPrimerAmor seguirá trabajando incansablemente para alejar a las niñas y mujeres de la violencia, a pesar de las críticas o mentiras.

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