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7 de febrero de 2018, 4:00 AM
7 de febrero de 2018, 4:00 AM

Jesús Cañisaire y Carla Bellot decidieron recibir el Año Nuevo en una discoteca. Nunca imaginaron que sería la última vez que estarían juntos. Cañisaire y Bellot desaparecieron el 1 de enero de 2018. Sus cuerpos se hallaron 19 días después cerca del río Orkojahuira, en La Paz, habían sido asesinados (Asesino de Jesús y Carla huyó a Brasil con su novia el 8 de enero, Página Siete, 22.1.18).


Las investigaciones de la Policía revelaron que Carla había sido golpeada y violada por los hermanos Eliot e Israel León Fernández, y asesinada después con su novio, Jesús, cuando quiso defenderla.


Eliot León Fernández, de apenas 22 años de edad, al ser hecho preso en Brasil declaró: “El joven me estaba ahorcando y mi hermano (Israel) con un fierro le ha golpeado en su cabeza y se ha caído al suelo muerto…”, responsabilizando así por la muerte de Cañisaire a su hermano mayor, ya en la cárcel (Brasil expulsa a Eliot León y él admite su participación en el crimen, Los Tiempos, 27.1.18).


El hecho causó gran indignación y hubo quienes pidieron aplicar la pena capital ante el triple delito de violación, asesinato y feminicidio. Frente a esto, el periodista y amigo Jesús Alanoca reflexionó por Twitter: “Antes que pedir la pena de muerte para los León Fernández, ¿qué estamos haciendo mal como sociedad e individuos para que existan estos asesinos y la vida valga tan poco?” (EL DEBER, 30.1.18).


Un crimen se puede explicar desde dos puntos de vista: el humano (natural) y el espiritual (sobrenatural). Los sicólogos, sociólogos, antropólogos, criminólogos y otros, con su conocimiento finito, darán las más sesudas razones y hasta no faltará quien justifique tal conducta tornando en víctima al victimario. Pero la ciencia siempre será insuficiente para explicar la verdadera razón de la maldad, porque no conoce que la respuesta está en el corazón, de quien la Palabra de Dios dice que es “engañoso, más que todas las cosas, y perverso”.


Si alguien no conoce a Dios o Dios le importa un bledo, ¿por qué debería respetar la vida de otro hombre? Cuando la gente vive a su manera y tiene su propio código de conducta para satisfacer sus deseos, todo vale, el fin justifica los medios.


¿Qué estamos haciendo mal como sociedad e individuos…? Fue la pregunta honesta planteada por una persona honesta que merece una respuesta honesta también: el hombre sin Dios es presa del diablo, que lo seduce con la bebida, la droga, el sexo, el poder, la fama y la riqueza para conquistar su alma y destruirlo…

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