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23 de febrero de 2019, 4:00 AM
23 de febrero de 2019, 4:00 AM

“Cleo”. Empleada doméstica. Embarazada. Rompe fuentes en medio de una movilización social. Llega al hospital adolorida. Las salas de atención rebalsan. Mujeres como ella gritan ser atendidas. Las condiciones no dan abasto. La hija de Cleo nace sin vida.

Es una escena de la galardonada película “Roma”, representada a inicios de los años 70, en la ciudad de México, por Alfonso Cuarón. Pero que podría retratar el estado actual del hospital Percy Boland, en Santa Cruz, que entró en estado de emergencia este martes 19.

Neonatos sin una cuna para yacer, luego de haber dado su primer grito. Prontas madres en desespero. Personal de salud en supervivencia. Y la demanda urgente para ayudar a resolver este escenario reincidente.

“Es una situación muy crítica, es ya insostenible, por eso todo el servicio de neonatología está muy preocupado, porque estamos trabajando en malas condiciones” afirmó el galeno Edwin Román.

Un contexto que sería consecuencia de una deuda de Bs 14 millones que se tiene con el hospital, por los servicios que este otorgó a centros de salud de primer y segundo nivel, dependientes de la Alcaldía de Santa Cruz, a cargo del “alcalde amauta” en términos congraciantes de Evo Morales.

Paralelamente, este último promulga la ley 1152 para implementar un seguro universal de salud que no tiene una estructura sólida. “Quien rechaza esta ley es enemigo de la vida, de la gente que no tiene seguro” afirma. Y entonces surgen las preguntas: ¿qué respeto se tiene por la vida si un recién nacido no tiene las condiciones necesarias en sus primeras horas? ¿qué se hizo en 13 años para desarrollar estas condiciones? ¿cuántas canchas y spots podrían haber pagado las mismas?

Frente al colapso de los servicios actuales de salud, la promulgación de una ley apresurada, con dudas de sostenibilidad, podría encrudecer el escenario. Más aún, si como indica el art. 9 de la misma, el financiamiento para hospitales de tercer y cuarto nivel “será cubierto con recursos del Tesoro General de la Nación de acuerdo con disponibilidad financiera”. Una sospechosa y alarmante aclaración.

Así, Bolivia parece estar lejos de alcanzar el ideal del pensador Luis Ramiro Beltrán (2010), bautizado en un artículo como la “salud para el pueblo”. Pues esta solo sería posible a través del acceso pleno y democrático a condiciones óptimas de promoción, prevención y atención de la salud.

Mientras un neonato no tenga asegurada las condiciones óptimas para vivir, estaremos muy lejos.

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