Opinión

Papeles de Panamá, capítulo Bolivia

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5 de noviembre de 2017, 4:00 AM
5 de noviembre de 2017, 4:00 AM
El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que protagonizó en 2016 uno de los mayores destapes mundiales de datos ocultos sobre paraísos fiscales, acaba de abrir junto a EL DEBER y Los Tiempos de Cochabamba el candado del capítulo Bolivia de los Papeles de Panamá. Son más de 15.000 los archivos estudiados durante un año por un equipo de esta casa periodística y que ha concretado la primera publicación de agenda propia en el suplemento Séptimo Día del domingo pasado sobre la creación de offshores bolivianas en Panamá. 

Este trabajo excepcional es el segundo que realiza la unidad de periodismo de datos del Diario Mayor, que busca consolidar en Bolivia la tendencia mundial de transparentar la información pública. La primera investigación en este formato por los periodistas de EL DEBER se publicó en 2016, ocupándose del patrimonio de los ministros del gabinete de Evo Morales. El producto editorial está disponible libre y gratuitamente en la plataforma digital de este medio.   

Como en esa primera ocasión, la segunda investigación demandó un esfuerzo notable de recursos humanos y de tiempo de dedicación exclusiva. Fue el propio Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIF), que había trabajado en este caso a nivel mundial con alrededor de 150 equipos de comunicadores de 79 países, el que eligió a EL DEBER para liberar los archivos correspondientes a Bolivia, meses después de que lo hizo en decenas de naciones. Tal decisión no solo resultó un privilegio para este medio boliviano, sino ante todo una enorme responsabilidad por el delicado desafío que implica investigar, analizar y publicar datos con el más absoluto rigor y libre de presiones de los diversos actores e intereses involucrados en los Papeles de Panamá. 

Como resultado de la minuciosa pesquisa se descubrió que el consorcio Mossack Fonseca tuvo 23 intermediarios que crearon, entre los años 1994 y 2017, 127 sociedades no solo en Panamá, sino también en Hong Kong, Nevada, Islas Vírgenes y Reino Unido. También se identificó a 275 bolivianos que fueron directivos, socios o apoderados de las firmas. Una conclusión llamativa es que antes del inicio del mandato del presidente Evo Morales, entre 1994 y 2005, había solo nueve empresas en Mossack Fonseca. Ya en 2006 se crearon 11 y hasta 2009 llegaron a ser 68 las nuevas offshores. Aparentemente, algunos privados buscaron blindar así sus capitales por el riesgo político. 

Aunque estar citado en los Papeles de Panamá no implica necesariamente haber incurrido en una ilegalidad, por lo que se debería evitar una cacería de brujas y una instrumentalización política del caso, la investigación despierta la necesidad y el interés público por levantar el velo de secretismo de los paraísos fiscales. 

 

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