Opinión
Nuevos retos de la Facultad de Derecho
Desde su fundación, la facultad de Derecho de la Uagrm ha soportado verdaderos golpes, como las inauditas intervenciones de dictaduras de Hugo Banzer y Luis García Meza (1971-1980) o el ninguneo de los gobiernos centralistas y ultraconservadores. Se mantuvo enhiesta gracias a su granítica estructura orgánica y funcional. A partir de 1938, bajo la dirección de su primer decano, Celso Castedo Barba, surgieron los cambios que enhebraron su sobrevivencia y autonomía de gestión. Fueron años de fragorosa lucha y resistencia, hasta conquistar su plena autodeterminación que goza actualmente con la diversificación de facultades e institutos de investigación que le han dado un cariz moderno y progresista. Gracias a ello, nuestra Alma Máter compite palmo a palmo con sus homólogos de indiscutible prestigio internacional, advierte el ensayista y médico psiquiatra Mario Gabriel Hollweg, en su libro: Historia de la Facultad de Derecho de la Universidad Gabriel René Moreno.
Jurisconsultos e investigadores de la talla de Humberto Vásquez Machicado, Manuel María Caballero, Antonio Paniagua e Ignacio Terán, dejaron testimonio sobre la gravitación de la facultad de leyes en la vida nacional, cuando afirman: “Los doctos de Charcas y de la UMSA paceña, han girado alrededor del pensamiento filosófico de Santa Cruz. Su chispa creadora se ha erigido en una atalaya desde donde se ilumina el saber universal en torno a las Ciencias de Justiniano”.
A partir del 9 de septiembre de 1911, por ley nacional, se sustituyó el nombre de Santo Tomás de Aquino por el de Gabriel René Moreno, insigne hijo de Santa Cruz, erudito y bibliógrafo, cuyo legado traspuso fronteras.
El instituto de investigación de la facultad llena una sentida necesidad académica, pues ahí se han incentivado formidables programas en la Expo-Ciencia, incorporados en el plan operativo anual. Junto a la Escuela de Práctica Jurídica y Gestión Pública del Ilustre Colegio de Abogados, hemos convertido la Facultad de Derecho en un crisol de líderes y especialistas en temas constitucionales, auténticos consejeros y operadores del derecho adjetivo y sustantivo. La unidad de postgrado ha ingresado en una dinámica de ofrecer maestrías, diplomados, especializaciones y doctorados. Ha diversificado sus actividades con la creación de la oficina de interculturalidad de los pueblos originarios, partiendo de consideraciones multiétnicas y comparativas. No menos importante ha sido la creación del instituto Mónica Von Borries Orías, que desde 2014 promueve la participación de docentes y estudiantes en investigación forense. “Hemos sembrado el futuro”, afirma el actual decano de la Carrera de Derecho, abogado laboralista Manfredo Menacho Aguilar.