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1 de abril de 2018, 4:00 AM
1 de abril de 2018, 4:00 AM

¿Y ahora qué hacemos?, pregunté ese 28 de noviembre de 2017, cuando salió el fallo del TCP aprobando la rerepostulación. Acababan de anunciar que mi voto del 21F no valía nada, que era botado a la basura, que el futuro de mis tres hijos era tan incierto, como mis sueños profesionales. Nos estaban arrebatando los derechos por los cuales lucharon anteriormente nuestros ancestros. Yo, como cada mujer nacida libre en la República de Bolivia y acostumbrada a vivir en democracia, me sentí indignada.

En esta frustración, comencé a visualizar una luz de esperanza. Las mujeres con pañoleta roja habían salido a expresar su indignación en las calles y a sacudir la institucionalidad adormecida. Me dije: “Ha llegado la hora en que la mujer se empodere...por sus hijos y sus nietos”. Y así como yo, miles de mujeres ahora estamos en las calles defendiendo nuestro voto, nuestra democracia y por ende a nuestras familias.
Así fueron surgiendo nuevos movimientos ciudadanos conformado por mujeres dispuestas a formar una resistencia contra la tiranía. Mientras la adrenalina fluía, salió a flote el ADN de las hijas de la República, de las guerreras, de las mujeres libres.

Empezamos a organizarnos, a juntarnos como imanes. Nadie nos obliga, nadie nos paga. Somos muchas que desde sus diferentes labores, oficios, negocios y profesiones incursionamos en una resistencia donde la palabra ‘política’, quedaba apabullada por ‘voluntaria’, ‘activista’, ‘ciudadana’.

Tenía el preconcepto de creer que quien entraba a la política se quemaba con tanta corrupción, y a muchas nos costó reconocer que lo que estábamos haciendo era política, aunque no partidaria.

Como personas políticamente correctas, sanas en sus ideales, estamos gestando a mujeres republicanas, entrenadas en Resistencia No Violenta que con el tiempo serán la líderes que tanta falta le hacen al país. Estamos hartas de las viejas políticas patriarcales. 

¿Mujeres simples causando tanto alboroto? Si, “dicen que la mujer simple ...es tan simple como una tormenta”, si no pregúntenle al ministro Romero.

Nos quiere hacer ver como clase media, de derecha...cuando en nuestras filas están esas mujeres sencillas, esas guerreras tormentas que caen como truenos desde cada rincón de Bolivia. 

A toda honra digo que soy una mujer nacida libre en la República de Bolivia...¿y vos?

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