Opinión

Mutún, el tercer intento

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2 de febrero de 2018, 4:00 AM
2 de febrero de 2018, 4:00 AM

En plena coyuntura de movilizaciones ciudadanas que reclaman el respeto al resultado del referéndum del 21-F, el presidente Evo Morales lanzó el decreto que autoriza el endeudamiento con el Eximbank de China para ejecutar la explotación de Mutún, uno de los proyectos más demandados por Santa Cruz a lo largo de su historia.


Cuando se comenta que el Gobierno pretende reconquistar el apoyo cruceño, que se ha visto claramente reducido por la insistencia del oficialismo en otra postulación presidencial del jefe del MAS, aparece este anuncio que, en otras circunstancias, hubiera producido un inmenso regocijo por un posible despegue de la región este del departamento. 


En cambio, la respuesta ahora es de cautela, sobre todo por los antecedentes de los dos intentos frustrados de explotación de uno de los más ricos yacimientos de hierro del mundo. El primero ocurrió en el año 2000 con la empresa brasileña EBX, que salió del proyecto por cuestionamientos al manejo de la variable medioambiental. La segunda gran decepción fue mucho más sonada, con la que se suponía poderosa compañía india Jindal Steel & Power, que suscribió en 2007 un millonario contrato que preveía una inversión de 2.300 millones de dólares y que terminó fuera del proyecto cinco años después de una tormentosa relación con el Estado boliviano.


El tercer intento está en marcha y es con la empresa china Sinosteel Equipment. El tamaño de este proyecto es 17 veces menor que el que debía ejecutar Jindal, según analistas del sector. El crédito recientemente autorizado para construir la Planta Siderúrgica Mutún es de algo más de 396 millones de dólares, mientras que el Gobierno destinará una contraparte de casi 70 millones de dólares. Hace casi un año se suscribió el contrato con la firma asiática y el siguiente paso es que el préstamo aprobado por el Ejecutivo sea validado por el Legislativo. Entre tanto, funcionarios de Sinosteel ya trabajan en Puerto Suárez en el estudio de las condiciones que ofrece el yacimiento. Se estima que las obras comenzarán en el segundo semestre de 2018 y desde ese momento deben ser concluidas en 30 meses. Significa que el yacimiento ya estará en producción en pleno inicio de la nueva gestión gubernamental.


De acuerdo a algunos cálculos, el proyecto generará alrededor de 5.500 empleos directos e indirectos y procesará 400.000 toneladas de hierro, destinándose en principio a cubrir un 30% de la demanda interna. Hasta ahora el Gobierno aseguró la dotación de agua, gas y otros requerimientos. Sin embargo, queda por resolverse un tema logístico fundamental como es el transporte para las exportaciones. En este sentido, se insiste en que Mutún debe ser un proyecto integral que considere sobre todo una salida a ultramar que sería Puerto Busch. Es un factor clave para la viabilidad de este megaemprendimiento que debe encontrar definiciones urgentes. 

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