Opinión

Muchas dudas sobre el TSE

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24 de marzo de 2019, 3:51 AM
24 de marzo de 2019, 3:51 AM

La confianza ciudadana en el rol del Tribunal Supremo Electoral va mermando a medida que se acercan las elecciones nacionales de octubre. La actuaciones de los vocales deja una estela de dudas respecto a cuán imparcial puede ser este árbitro, que accede con tanta facilidad a los deseos del presidente y candidato Evo Morales.

El TSE es proyectista de una norma que busca modificar la Ley Electoral, en los plazos establecidos para la convocatoria a comicios. La ley, actualmente vigente, señala que el llamado oficial debe hacerse con al menos 150 días de anticipación a la fecha fijada para que los bolivianos acudan a las urnas. La propuesta, elevada el viernes a la Asamblea Legislativa, propone que este lapso se reduzca a 120 días, con lo que le darían legalidad al anuncio de que las elecciones serán el 20 de octubre y no el 27 de octubre, como estaba previsto.

La ‘sugerencia’ de modificar la fecha de elecciones fue hecha por el presidente Evo Morales, que aspira volver a ser candidato a la primera magistratura en una cuarta postulación; es decir, salió de uno de los que pretende competir. El TSE acató la propuesta sin siquiera consultar con los otros candidatos. El argumento es que el 27 de octubre también se elige mandatario en Argentina, por lo que no quieren perjudicar a los residentes bolivianos en ese país.

Este episodio es uno más de otros anteriores que generan inquietud y desconfianza. Por ejemplo, un día después de las elecciones primarias, la presidenta del TSE estuvo en la Casa Grande del Pueblo. ¿Por qué? Ella argumentó que fue a dar una capacitación.

Uno de los temas más inquietantes tiene que ver con las sucesivas renuncias de personal clave del TSE, que ha tenido experiencia y ha generado confianza en la realización de elecciones anteriores. Una docena de mandos superiores y medios decidió dejar la institución; argumentaron que sintieron falta de confianza y bloqueo a sus iniciativas. Ya no trabajan los que fueron director jurídico, secretaria de cámara, el director nacional de administración, la directora nacional del Sifde, tampoco la secretaria nacional de comunicación, la jefa nacional de transparencia, la responsable de la unidad de género, ni el de recursos humanos. Atención, que también se fue el jefe de la base de datos y en Santa Cruz la responsable del Sereci.

¿Quién queda? ¿Bajo qué criterios están reemplazando a los técnicos? ¿Qué garantiza que son independientes y que no militan o son afines al MAS? Frente a tantas dudas, la presidenta del Órgano Electoral da escasas información y no es tan accesible a los medios de comunicación que buscan respuestas fundamentales.

Son demasiadas dudas y queda poco tiempo. Es pertinente que se transparente el manejo interno de este organismo que es árbitro de las elecciones. Los bolivianos no queremos comicios turbios, queremos democracia plena y respeto a las normas, así como a los ciudadanos, que no son tontos.

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