Opinión

Mensajes que no ayudan

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3 de enero de 2018, 4:00 AM
3 de enero de 2018, 4:00 AM

Hay mensajes que alientan y llenan de esperanza para avanzar; hay otros que indisponen y alteran el espíritu, que azuzan a la confrontación y a la tensión constante. El del vicepresidente ha estado entre los últimos. 

Acaba un año que, en sus postrimerías, convirtió a Bolivia en un país estresado por un fallo constitucional que fue en contra de la voluntad soberana del voto popular, con ciudadanos que asistieron a una elección judicial donde ganaron los votos nulos y blancos y que vio la tensión desatada en las calles entre médicos y pobladores que rechazaban el Código del Sistema Penal frente a policías que disparaban gases y balines en duras represiones. Ese era el contexto en el que el vicepresidente lanzó la afirmación que tanto él como el presidente están preparados para la guerra y que cuando no hay conflicto en el país ellos se intranquilizan.

Indudablemente, así como hay afirmaciones que estimulan y generan optimismo, la de Álvaro García Linera ha puesto en apronte a los ciudadanos, que no entienden contra quién es la guerra de la que habla el gobernante, porque esperan que las autoridades trabajen aunando esfuerzos por el bien del país y de sus habitantes.

El vicepresidente verbalizó una actitud que ya se había visto en algunos ministros, que lejos de buscar acuerdos, se explayaron en Twitter haciendo acusaciones y afirmaciones de mucha agresividad; así también se vio la aprobación del Código del Sistema Penal, utilizando el rodillo de la mayoría parlamentaria, sin haber acordado con los sectores de la sociedad civil que se sentían afectados. Refleja asimismo cierto grado de soberbia, cuando es el mismo mandatario quien minimiza la protesta de los galenos, a través de las redes sociales, mientras una comisión de su mismo Gobierno busca acuerdos con este sector.

Hay mensajes que no ayudan a comenzar el año con esperanza y con sentimientos de unidad y de armonía. Al contrario, son alocuciones que generan incertidumbre y confrontación. Y, si en algún momento hubo la esperanza de que se hubiera tratado de un lapsus, escuchamos al primer mandatario hablando de conspiración y de defensa del Gobierno frente a los ataques.
A pesar de ese escenario, conviene exhortar a gobernantes y gobernados a que transiten por la ruta del trabajo coordinado y con consensos. Si bien hay diferencias, todos anhelamos que Bolivia viva en mejores condiciones durante el 2018. Por eso, es mejor brindar mensajes que construyen y dejar a un lado los que no ayudan. 

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