Opinión

Manipulación de los votantes

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1 de abril de 2018, 4:00 AM
1 de abril de 2018, 4:00 AM

Primero fue la ‘trama rusa’. Ahora se hace presente Cambridge Analytica (CA), una ya muy conocida firma de asesoramiento en campañas electorales. Bastan estos dos factores para considerar que la elección de Donald Trump fue el resultado de un proceso electoral inédito en la historia de EEUU. En ambos  estuvieron presentes las nuevas tecnologías de la información y las enormes facilidades de comunicación que provee internet. El uso de las redes sociales y el manejo de los denominados ‘big data’, empalidecen los tradicionales medios -concentraciones callejeras, prensa escrita, radio y televisión- utilizados en tradicionales campañas electorales. 

La última novedad es la ‘manipulación’ de la voluntad de los votantes. Altos directivos de CA se jactaron de su capacidad para ‘torcer elecciones’ y de haber jugado un papel ‘esencial’ en la victoria de Donald Trump. Señalaron que su rol también fue significativo en la campaña sobre el ‘brexit’. “Dirigimos toda la campaña digital -dijo el directivo Alexander Nix- y la campaña de TV y nuestros datos informaron toda la estrategia”. 

Para llevar adelante esta tarea, los operadores de CA se valieron del denominado ‘perfil psicográfico’ de 50 millones de usuarios de la red Facebook y del uso de un ágil sistema de transmisión de mensajes cuyo contenido estaba condicionado por los rasgos dados por aquel perfil. Una teoría o, al menos, una hipótesis sobre causas o motivaciones de comportamiento orientó la labor de CA. Según Mark Turnbull, director global de la compañía, los dos principales factores que condicionan el comportamiento de las personas son “la esperanza y el miedo”. Por ello, “no es bueno pelear una elección con hechos, porque en realidad se trata de emociones”. 

La que pudo haber sido una nueva experiencia en materia de campañas electorales, se ha convertido en un verdadero escándalo que compromete no solo a CA sino también a Facebook. La cuestión más difícil que saltó a la vista cuando se conocieron las andanzas de CA fue el modo en que tuvo acceso a información en poder de Facebook. Se hizo evidente la frágil protección de la intimidad de los usuarios. Ahora, son cada vez más las voces que reclaman una urgente y necesaria regulación gubernamental a escala global. Hay que confiar en que dichas reglas no afecten las libertades civiles y que se limiten a preservar los datos que hacen a la intimidad de las personas.

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