Opinión

Los mundos de José López Pérez

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30 de abril de 2018, 4:00 AM
30 de abril de 2018, 4:00 AM

Con José López Pérez uno conoce el mundo. Y en el mundo de este español de voz amable hay personajes míticos y paisajes de tierras lejanas, gastronomía con sabor a mares de otro tiempo y a vinos que transportan a bosques de árboles gigantes y a bibliotecas que florecen en el desierto, a carreteras transitadas por nómadas incurables y a tertulias infinitas sobre esos temas que hacen olvidar las penas, porque las penas, cuando uno escucha las historias de José, siente que se las lleva el viento.

José es de esos amigos que uno conoce a través de personas emblemáticas como Mabel Lozano, la directora de cine que se anda comiendo el mundo con su talento y denuncias contra mafias que lucran con el negro negocio de comercializar con seres humanos. 

A las personas como José se las conoce también por los frutos de su trabajo. Y entre sus grandes frutos está la película que estrenó en 2014 y que titula Las tres vidas de Pedro Burruezo, un documental sobre el artista y mítico cantante de Claustrofobia que ha hecho de la música, la ecología y el misticismo un imperio personal con cimientos sólidos que regala a la humanidad para que hagan de él su casa cálida donde es posible sentirse en paz.

Este catalán, nacido en  L' Hospitalet de Llobregat, también es dueño de www.nosolocine.net, un portal muy potente que narra historias sobre el cine y sus vinculaciones con el resto de la misma vida: “Desde la literatura al cómic, pasando por la música, las artes plásticas, la poética, la gastronomía, la enología, la ópera, el ballet y cualquier tipo de manifestación creativa”.

Y el plato fuerte de su literatura aterriza en Tierra de por medio, su novela que empecé a leer en Barcelona y que cuando uno termina de caminarla siente que le acompañará siempre. Es una obra literaria que de navegar tampoco nunca se cansa: desde Barcelona hasta Lima y otros destinos de aventura interminable, revelando personajes con perfil de novela negra y reforzando esa verdad innegable de que los viajes desde siempre fueron la fuente principal de conocimientos. 

Tierra de por medio es también una banda sonora con el talento de Rubén Blades del que José es muy amigo, es una prosa potente que hace un guiño a la Praga de Milan Kundera y un territorio donde se escuchan los truenos de las tormentas que caen en Bolivia. 

Barcelona aún no despertaba del último invierno aquella tarde cuando le hinqué los ojos a las primeras páginas de Tierra de por medio. Un sonido de cachuelas me fueron llevando por los terrenos de un escritor que se sorprende cuando uno le cuenta historias que él escucha con oídos cinematográficos, y que se las imagina proyectándolas en una sala donde se descubre la vida y se destruye a la muerte con el puñal poético de todas las artes.  

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