Opinión

Los desafíos de la educación

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4 de febrero de 2018, 22:17 PM
4 de febrero de 2018, 22:17 PM
Comienza el año escolar con 2,8 millones de estudiantes a escala nacional y con el desafío de dar un salto cualitativo importante para mejorar el nivel de formación educativa en el país. En esta gestión se introducen temas importantes, como el bachillerato técnico en 265 colegios, la planificación curricular, la equitativa formación en física y química; se mantienen los proyectos socioproductivos, entre otras transformaciones que fueron consensuadas en un encuentro nacional de docentes, padres y sectores sociales.

Los retos son muchos y urgentes. Los paulatinos cambios propuestos para esta gestión parecen no alcanzar para que haya un punto de inflexión. En la actualidad, no sabemos cuál es el nivel educativo que tiene Bolivia en relación con otros países del continente porque el nuestro no se somete a una evaluación internacional, como es la prueba PISA por ejemplo, que se aplica en varias naciones del mundo y que sirve para tener una radiografía de la situación presente y planificar cómo mejorar en los puntos débiles.

Los Clubes de Ciencia, realizados en Santa Cruz de la Sierra, dejaron ver que hay motivación en nuestros jóvenes para alcanzar las altas cumbres en profesiones nuevas, en creación de soluciones para la sociedad, en fin, en desarrollar al máximo sus posibilidades. La gran pregunta es si esos alumnos reciben el incentivo suficiente para lograr sus sueños. ¿Son los maestros tan activos como ellos para estar enriqueciendo sus saberes y los recursos disponibles, a fin de ser los impulsores de la potencialidad de los niños y adolescentes que tienen en sus aulas?

Es indudable que este tipo de buenos maestros existen, pero también están los que dan clases rutinarias y aburridas, que no son capaces de despertar nada en sus alumnos. El problema es que tampoco hay una medición constante sobre la calidad de la docencia. A lo anterior hay que añadir que los profesores no son bien remunerados y ese es otro factor de desmotivación.

Aparte de los contenidos formales que se imparten en el aula, en las escuelas hay una serie de problemas que tampoco son encarados por el sistema nacional de educación. El bullying es un tema de urgente solución, pero no hay planes que lo ataquen con formación de valores de respeto y solidaridad entre compañeros. La educación sexual es otro tema pendiente, sobre todo si se toma en cuenta la gran cantidad de embarazos adolescentes y de prevalencia de enfermedades de transmisión sexual en esa edad. A ello se suma el drama de las pandillas, muchas de las cuales son temidas no solo por los estudiantes, sino también por los maestros de las unidades educativas, sin que hasta el momento se hubiera podido dar una solución de fondo, a través de políticas integrales. Lo anterior acarrea un grave problema de microtráfico de estupefacientes en los baños y pasillos de colegios del centro y de la periferia.

La educación es un sistema que demanda atención integral e innovación constante. Que este año sea de motivación y compromiso tanto en las autoridades como en los docentes, estudiantes y familias.
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