Opinión

Lección paraguaya

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20 de agosto de 2018, 4:00 AM
20 de agosto de 2018, 4:00 AM

Si quieres que las exportaciones crezcan, no las prohíbas. Ese probablemente fue el consejo que el nuevo presidente de Paraguay, Mario Abdo, le dio al presidente de Bolivia, Evo Morales, luego de asumir el cargo. No fue muy buena idea que un presidente con 12 años en el cargo le pida consejos sobre cómo manejar la economía a un presidente que no se había sentado todavía en la silla presidencial de su país.

Quizá Morales hizo aquel pedido pensando que Abdo es hijo del que fuera secretario privado del dictador Alfredo Stroessner, que gobernó su país durante 35 años.

Y es probable que “Marito” no hubiera entrado en detalles sobre cómo ser dictador ni cómo comprar a los jefes militares dándoles el control de las aduanas, como hizo Stroessner. Ese consejo no lo necesita Morales.

Lo que quería escuchar de Abdo, según se pudo entender de lo que dijo al retornar a Bolivia, es que le digan cómo hacer que crezcan las exportaciones, porque quizá Morales se enteró del éxito que tiene Paraguay en las exportaciones de carne, algo en lo que ha superado a Argentina.

Consejo número uno, por lo tanto, es no prohibir las exportaciones. Aunque parezca obvio, quizá Morales querría escucharlo de alguien que no fueran los productores cruceños. Morales escucha esas quejas de los cruceños desde los tiempos de sus salvajes bloqueos en el Chapare, bloqueos que frenaron las exportaciones por cierre de caminos, algo que luego hizo su gobierno con decretos.

Es probable que “Marito” no estuviera enterado de lo que ocurre en la economía boliviana, pero con cualquier información que tuviera le habría bastado para hacer alguna enumeración rápida, basada en el sentido común.

  • Si quieres que las exportaciones crezcan, no las frenes ni con prohibiciones ni con un tipo de cambio fijo, que termina sobrevaluando la moneda. Eso es elemental, hubiera dicho el paraguayo.
  • Si quieres que los empresarios inviertan e impulsen la economía, no pongas en duda la propiedad privada ni hagas aspavientos con “nacionalizaciones” por las cuales terminarás pagando incluso con arreglos por debajo de la mesa
  • Si quieres que las petroleras inviertan, no las provoques llamando “nacionalización” a un simple trámite de cambio de contratos, porque las casas matrices se guían para decidir alguna inversión por las noticias y no toman en cuenta las concesiones hechas por debajo de la mesa, comenzando por los “costos recuperables”.
  • Eso de las “seguridades jurídicas” para las inversiones tienen que ver con leyes pero también con jueces que no puedes cambiar como calcetines.
  • No puedes cambiar lo hecho desde 2006, pero para los meses que te quedan en el gobierno, mejor que comiences a hacer correcciones, hubiera dicho “Marito”, quizá en guaraní.

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