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18 de noviembre de 2017, 4:00 AM
18 de noviembre de 2017, 4:00 AM

El 3 de diciembre, después de seis años, los bolivianos daremos cumplimiento a lo que establecen la CPE, la Ley del Régimen Electoral y la Ley del Órgano Judicial, esta vez para elegir a las nuevas autoridades del Órgano Judicial y a los magistrados del Tribunal Constitucional.
Para nadie es desconocido que las autoridades salientes no cumplieron con aquello de trabajar para mejorar la justicia en Bolivia.

Lo lamentable es que muchos abogados con vasta experiencia jurídica no se atrevieron a presentarse como candidatos y ahora se las dan de críticos al proceso eleccionario. En Bolivia vivimos en un sistema democrático, es decir, que todo ciudadano puede pertenecer o no a cualquier partido político, porque todos gozamos de los derechos políticos establecidos en la CPE. Lo que no se puede permitir es que un candidato a autoridad del Órgano Judicial pertenezca a un partido político o a alguna agrupación ciudadana; así lo establece el art. 182 de la CPE y el art. 19 de la Ley del Órgano Judicial. Si se diera el caso, el OEP no debería permitirlo, porque estaría violando la ley. 

Es de vital importancia que los magistrados que resulten elegidos mantengan absoluta autonomía y mucha personalidad; que no se dejen convencer por ningún poder del Estado, y si el poder político los indujera a quebrantar la ley, que denuncien públicamente para que nosotros los votantes castiguemos con el voto a los responsables, porque Bolivia precisa tener magistrados honrados, de intachable conducta, con principios morales y ética; deben comprender y aplicar aquella máxima que dice que “el ejercicio de la abogacía es una función social al servicio de la sociedad, del derecho y de la justicia”.

Esta elección judicial es la última oportunidad que tenemos (tanto los votantes como los elegidos) para que mejore la justicia en Bolivia, por eso yo voy a ir a votar y elegir, porque creo en Bolivia y quiero que tengamos una justicia digna. Los magistrados elegidos tendrán la gran oportunidad de cambiar la administración de justicia en beneficio del pueblo boliviano; si no lo hacen caerá sobre sus espaldas la justica del pueblo.

Ahora cabe recordar una frase célebre de Abraham Lincoln: “Si no puedes ser un abogado honrado, búscate otra ocupación; no hay peor hombre que el que provoca conflictos en la sociedad para meterse dinero al bolsillo”.

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