Opinión

La verdadera ruptura en Cataluña

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9 de diciembre de 2017, 4:00 AM
9 de diciembre de 2017, 4:00 AM

El proceso electoral en Cataluña para elegir un nuevo parlamento regional que culminará el 21 de este mes ha ingresado en su etapa final. Al decir de Gemma Ubasart, comentarista de La Vanguardia, se trata de unas “elecciones excepcionales”, pues se realizan a convocatoria del Gobierno central de Madrid con base en el artículo 155 de la Constitución española y porque se van a celebrar con “representantes políticos presos”. En concreto, porque se realizan en un ambiente de “coerción federal”.

A medida que se acerca el día de los comicios, proliferan los sondeos y los pronósticos. Pero también son dignos de consideración trabajos como el de José Juan Toharia, de la organización Metroscopia, destinados a desentrañar otros sentidos de la ‘ruptura’ que afecta a la sociedad catalana. Nadie duda de que existe una “clara e intensa división”. Sin embargo, no está claro si esta ruptura es entre ‘nacionalistas catalanes’, por un lado, y ‘nacionalistas españoles’, por otro o, en todo caso, entre ‘catalanistas/independentistas’ y ‘catalanistas/no independentistas’.

Sondeos de Metroscopia permiten constatar que solo el 22% de los encuestados manifiesta identidades excluyentes, es decir se sienten solamente catalanes o solamente españoles. Si hubiese un enfrentamiento entre estos, la mayoría –un 76%– serían simples observadores.

En todo caso, el 46% se manifiesta inclinado a reconocer una doble identidad, o sea, incluye a los denominados ‘tan/tan’, que significa “tan catalanes como españoles”. La secuela de los recientes acontecimientos que dieron lugar a la intervención del Gobierno de Madrid, la destitución del anterior gobierno y la disolución del parlamento, es una ruptura entre independentista y no independentistas y no entre españoles y catalanes. 

A pesar de que José Juan Toharia no lo dice explícitamente, cabe suponer que piensa que estas actitudes y, sobre todo, este tipo de brecha en la sociedad catalana, bien pueden influir en el ánimo de los electores al momento de emitir su voto. Por ahora, la mayoría de las conjeturas está con la posibilidad de que los comicios del 21 de diciembre no den como resultado un cambio radical en la composición de las diversas fuerzas políticas ni en el perfil del nuevo parlamento. Independentistas y ‘constitucionalistas’ podrían quedar empatados.

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