La maquinaria para la repostulación

El Movimiento Al Socialismo se ha hecho el propósito de lograr a toda costa la repostulación de Evo Morales, utilizando todas las vías posibles. La ruta fue claramente mostrada desde el principio de este tercer mandato presidencial. 

A poco más de un año de haber asumido el Gobierno, el MAS llamó a un referéndum para consultar a la ciudadanía si aceptaba que Evo Morales sea nuevamente candidato en las elecciones de 2019. La respuesta mayoritaria fue No y esa opción ganó con el 51% frente a un 49% que aceptaba aquella posibilidad.

Tras la derrota, el MAS argumentó que ganó la mentira y dejó pasar 10 meses antes de plantear cinco alternativas para lograr el mismo objetivo: que Evo Morales sea candidato en 2019. En este momento, el Tribunal Constitucional analiza una demanda de inconstitucionalidad de la propia Constitución Política del Estado, mediante la cual se pretende anular los artículos que vetan una nueva postulación.

Mientras este tema se dilucida en el TC, el vicepresidente ya asegura que Evo Morales será candidato en 2019 y llama a iniciar la campaña a su favor. Además, en una entrevista con EL DEBER, dejó claro que convocar a una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna está entre las alternativas que se barajan con el fin de lograr la repostulación.

Todo esto ocurre en un contexto adverso para el Gobierno de Evo Morales. Por un lado, los ministerios presentan una baja ejecución presupuestaria a escasas semanas de concluir la gestión. Por otro lado, el crecimiento económico del Producto Interno Bruto del primer semestre del año ha sido del 3,9% (el más bajo de la última década). Se han destapado varios casos de corrupción en instituciones y empresas que dependen del Estado nacional y, por si lo anterior fuera poco, se ha detenido a personas acusadas de narcotráfico que han tenido o tienen vinculación con militantes del partido en función de Gobierno.

Frente a ese escenario, es oportuno que el presidente y sus colaboradores se ocupen de mejorar la gestión en un contexto de ralentización económica, así como de limpiar la corrupción en las instituciones del Estado. Este es un tiempo en el que los bolivianos necesitan creer en sus gobernantes para mirar al futuro con fe y esperanza.

Por otro lado, es recomendable que tanto el presidente como el vicepresidente cumplan el enunciado de que gobiernan obedeciendo al pueblo. Si hubo un referéndum en el que el voto mayoritario dijo No a la repostulación, si a fin de año el Tribunal Constitucional cierra las puertas al recurso presentado por el MAS, insistir en lograr que Evo Morales sea candidato llamando a una Constituyente o avanzando en otros rumbos, puede generar mayor rechazo ciudadano y una fuerte reprobación internacional.