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26 de septiembre de 2018, 4:00 AM
26 de septiembre de 2018, 4:00 AM

Hace algunos años, quienes administran la Alcaldía cruceña viven en un mundo paralelo totalmente diferente a la realidad nuestra de cada día, no solo por las grandes sospechas de corrupción o por la ausencia de transparencia, sino también por los gastos irracionales en grandes actos y festejos, entre otros, a través de los cuales han pretendido maquillar esa realidad creando una gran burbuja de falsa popularidad.

Los incidentes sucedidos recientemente con el alcalde de nuestra ciudad durante el homenaje al 208.° aniversario de gesta libertaria y a la salida del tedeum probablemente han provocado una gran sorpresa en la autoridad edil, quien está acostumbrada a ser ovacionada y aplaudida de pie a cuanto acto municipal asiste.

La triste realidad es que el 24 de septiembre de 2018 quedará marcado como el día en que se acabó la puesta en escena de una gran obra surrealista que durante años su entorno más cercano insistió en mantener.

Un gran circo municipal que desde hace algunos años se ha convertido en el único escenario por medio del cual el alcalde de nuestra ciudad tiene contacto con una especie de espejismo de ciudadanos.

Algunos elementos indispensables del show son la presencia de cientos de funcionarios municipales vestidos de civiles que son obligados a asistir, es fundamental aplaudir, bailar y reír al son del humor del alcalde, con riesgo de quedarse sin trabajo si no acatan a la perfección el libreto del show. Pero también no puede faltar buena comida, música y, por supuesto, alguna simpática artista que le cante al dueño del circo.

Los efectos de este gran circo después de varios años en escena deben haber posicionado en la mente del alcalde de nuestra ciudad la falsa sensación de que es una especie de ‘rock star’ a la cual los ciudadanos le rinden una especie de culto en cada aparición.

Hoy, Percy probablemente se preguntará:

¿Por qué pasó esto?

¿Cómo o cuándo se rompió la magia?

Si yo siempre fui aplaudido y ovacionado a cuanto acto me llevaron.

La respuesta es simple, señor alcalde, le crearon una jaula de cristal municipal y esta se rompió el día que usted se alejó de la gente, el día que usted se unió a quien no respeta nuestro voto, el día que solo escuchó a quienes lo adulaban o le organizaban la fiesta o tal vez finalmente la noche que sus funcionarios pusieron carteles delante suyo para que usted no vea desde su cómodo asiento a los ciudadanos que estaban al otro lado de la calle y le pedían transparencia, honestidad y más cultura.

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