Opinión

Intensa campaña electoral en Estados Unidos

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27 de octubre de 2018, 4:00 AM
27 de octubre de 2018, 4:00 AM

El 6 de noviembre, día de las elecciones para legisladores conocidas como de 'medio término' en EEUU, está cada vez más cerca y arrecia la campaña electoral entre demócratas y republicanos. Los primeros para cambiar, en lo posible, la correlación de fuerzas en el Congreso y los segundos para retener las mayorías de las que gozan tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado.

Para la Cámara de Representantes están en juego los 435 escaños que componen la misma. Para el Senado, en cambio, están en juego solo 35 escaños de los 100 que lo componen. Según varios analistas, los republicanos podrían tener como seguros 147 escaños de la Cámara de Representantes y los demócratas 182. Quedarían en disputa 106. Para ganar la mayoría, es preciso controlar 218 escaños. Por otra parte, de los 35 escaños disponibles en el Senado, los republicanos tendrían 3 seguros y 2 con ventaja a su favor, mientras que los demócratas tendrían 14 seguros y 9 con ventaja. Quedarían en disputa 4 escaños por cada uno. Para contar con la mayoría, es preciso controlar 51 escaños.

Son varios los sistemas electorales que tienen una fisonomía parecida a la de Estados Unidos, con renovación parcial de la representación en una cámara y renovación total en la otra, en fecha distinta a la de las elecciones presidenciales. Como todo, tiene ventajas y desventajas. Una destacable ventaja es que ofrece una buena oportunidad para alterar la correlación de fuerzas en los congresos y fortalecer, de ese modo, sus competencias de control político y, asimismo, para posibilitar la reorientación de su función legislativa. Una desventaja es que obliga a llamar a los ciudadanos para emitir su voto con mucha frecuencia -cada dos años en EEUU- lo cual estimula o, al menos, facilita la abstención. Está demostrado, en varias experiencias, que los ciudadanos, sobre todo en países donde el voto no es obligatorio, concurren con más entusiasmo a votar en elecciones para presidente que en elecciones para miembros del congreso.

En la presente circunstancia, los comicios del 6 de noviembre son vistos como una suerte de plebiscito sobre la actual administración republicana. Por ello, Donald Trump está empeñado, sin disimulo, en apoyar con su acción directa a varios de los candidatos del Partido Republicano tanto para la Cámara como para el Senado. Perder alguna o las dos mayorías en el Congreso sería un tropiezo difícil de superar. Además, un mayor poder relativo del Partido Demócrata, según algunos observadores, entraña el riesgo de serios cuestionamientos -incluido un probable 'impeachment'- a las políticas de la actual administración.

 

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