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Huyendo para adelante

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22 de abril de 2018, 9:39 AM
22 de abril de 2018, 9:39 AM

El presidente atropella cuando huye, lo hace para adelante, tratando de golpear lo que puede, destruyendo lo que se le cruce, ha sido siempre así, desde las luchas cocaleras. ¿La Policía los acorralaba? Salió la orden: por cada cocalero muerto, un policía muerto, y las órdenes se cumplieron. ¿Estuvo atosigado por la media luna? Mandó a Fidel Surco a Santa Cruz, a demostrar “valor revolucionario”. O sea, no es nuevo en nada, es tremendamente predecible.

Ahora está acogotado por problemas que se van a debatir en escenarios que no controla, ni él ni sus aliados del Socialismo del Siglo XXI, que cada vez son menos. Ya ni siquiera está Raúl Castro como símbolo y, sabiendo que visitar a Maduro es políticamente incorrecto, fue no solo a cometer la incorrección sino a dejarnos un mensaje a nosotros los bolivianos : “No se trata de que reconozcan los sumisos al imperio. Los revolucionarios somos reconocidos por nuestros pueblos”. Esa es una señal muy clara: advierte que no se va a someter a los tribunales externos y que a contracorriente de todo, va a usar la sentencia constitucional de su repostulación.

La decisión es una señal de desafío y Morales es desafiador, para eso mira a Rusia y a China y acelera sus relaciones con ambos. El ajedrez político se puede jugar en nuestro continente: Putin está en Cuba, Nicaragua, Venezuela y, debe tener ganas de estar en el Cono Sur, ¿dónde más que en Bolivia, aunque sea?; al fin de cuentas, por ubicación geográfica, nuestro país siempre fue apetecido en la guerra fría (China ya está, comercialmente hablando).

Un presidente que se las da de rebelde y que esté incomodado por las democracias liberales vecinas, tomaría con mucho agrado lo que le den los ahora declarados rivales de EEUU y sus aliados del vecindario; ellos son los destinatarios del mensaje, ‘los sumisos’ son ellos; nadie más.

Y como quiere forzar la cosa aún más, y esta vez al interior del país, no trepida en plantear darle responsabilidad de Estado al Conalcam . Es decir, subvertir la Constitución Política del Estado, no se sabe si lo va a hacer, pero puede intentar hacer demostraciones que lleven a empresarios y clases medias a quedarse quietos, esperando que el amenazante presidente no cumpla su ‘idea’ (a lo mejor si se quedan quietos, este no los “castiga” con la radicalización). Morales está aturdido por lo que puede pasar afuera pero se prepara para la dura lucha interna y amenaza con un cuestionamiento para nada democrático: (otra más) “¡cómo puede haber pluralismo ideológico dentro de la Central Obrera Boliviana!” Por si la gente no se da cuenta de esto último, Evo Morales está renegando del pluralismo democrático, de la base fundamental de convivencia política entre los ciudadanos de este país; lo hace en un lugar que ya resulta alegórico, después de tantas idas y venidas, pero lo que queda es el mensaje, de manera que hay que prestar atención a las señales que se van dando. 

No estoy sugiriendo que mañana vamos a tener un Estado de otro cuño, para nada, lo que estoy asegurando es que Morales está dispuesto a imprimir cambios nada democráticos, como crear una especie de Asamblea Popular paralela con el Conalcam. Al fin de cuentas, él tiene la mayoría congresal y hacer una ley no le cuesta.

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