Opinión

Expansión de la rabia canina

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7 de noviembre de 2017, 4:00 AM
7 de noviembre de 2017, 4:00 AM

El fallecimiento de una nueva víctima se dio en medio de una declaratoria de emergencia departamental con motivo de  los cientos de casos de rabia ya reportados. Joaquín Monasterio, director del Sedes, informó de que dicha declaratoria busca poner en práctica un plan de emergencia, con campaña masiva de vacunación y captura de perros callejeros para evitar que la enfermedad se propague. De acuerdo con las autoridades sanitarias locales, se estima que unos 300.000 canes deambulan por la periferia urbana y que son potenciales fuentes de expansión si alguno está contagiado. 

Ya son tres las muertes, el problema debe solucionarse de raíz; prevención y acción conjunta se imponen. La enfermedad no es mortal, de ser tratada a tiempo. Además, se la previene  -en animales y en humanos- con la vacuna inventada por el gran químico francés Louis Pasteur (1822-1895). La Organización Mundial de la Salud informa que en algunos lugares del planeta la rabia aún persiste como grave problema.

En Asia y África provoca más de 55.000 muertes anuales, la mayoría menores de 15 años. Vale acotar que es habitual el miedo al agua en las fases avanzadas de la rabia. Los espasmos de esta enfermedad provocan dolor al tragar. De hecho, la palabra ‘hidrofobia’ es el nombre alternativo del mal. El virus de la rabia se encuentra difundido internacionalmente y ataca a mamíferos tanto domésticos como salvajes, incluyendo seres humanos.

El Servicio Departamental de Salud (Sedes) informó de que en lo que va del año 19.500 personas acudieron en busca de vacunas antirrábicas por haber sido mordidas o  por tener algún contacto con canes o felinos sospechosos. De los 56 municipios cruceños, Santa Cruz de la Sierra es el de más riesgo. Por otro lado, el Sedes asevera que la situación se encuentra controlada en el resto de las provincias cruceñas.
El panorama preocupa. Podemos estar ‘ad portas’ de una epidemia similar a las endemias que sufren permanentemente varias regiones afroasiáticas. Tienen que tomarse máximos recaudos para evitar mayores propagaciones. Una adecuada sinergia entre habitantes y autoridades será fundamental. Todos debemos hacer vacunar a nuestras mascotas y evitar que vaguen por las calles. Canes y gatos abandonados deberán ser reubicados en hogares o refugios si no están enfermos y así sucesivamente, seguir los pasos que señala la OMS en sus protocolos para estos casos. 
Estamos ya con tres fallecidos y muchas víctimas denunciadas. Es la hora de tomar medidas de fondo y parar en seco esta escalada, que mucho afecta a la salud pública de nuestro departamento y en particular a la de su capital.

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