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16 de junio de 2019, 3:00 AM
16 de junio de 2019, 3:00 AM

Todos los días los líderes políticos envían miles de mensajes a millones de personas que eligen seguirlos en Twitter. Lo que se tuitea da una idea de cómo esta red social está influyendo en las campañas, el gobierno y la relación entre los líderes políticos y el público.

Algunos políticos envían a sus seguidores información política oportuna, mientras que otros interactúan con los seguidores para mejorar los servicios gubernamentales o compartir pensamientos personales. Pero cabe hacer una pregunta ¿Es posible gobernar desde Twitter?

El nuevo presidente de El Salvador adoptó un enfoque poco convencional para tomar las primeras medidas como presidente y despidió a funcionarios a través Twitter. Usando la ya viral sentencia de: “Se le ordena”. En su primera semana en el cargo, los ‘memos’ de despido de Nayib Bukele incluyeron familiares del ex presidente Salvador Sánchez y figuras del partido político saliente (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional).

Con esta iniciativa el nuevo presidente de El Salvador está abrazando a Twitter para obtener reconocimiento y hablar directamente con los salvadoreños, esta ‘puenteando’ a la prensa. No necesita claramente ningún tipo de intermediario para entregar la información primicial.

Bukele no es el único, el presidente de EEUU, Donald Trump, se comunica diariamente con su base del Partido Republicano a través de Twitter y también ha comunicado primicialmente sus decisiones políticas o administrativas por este medio. En Bolivia la red social está creciendo lentamente, pero es muy difundida entre políticos, medios de comunicación y figuras públicas.

Y si bien en la política boliviana los debates están cada vez más lejos de realizarse, Twitter da la posibilidad de confrontar ideas y comunicarse con la ciudadanía, como lo hace el senador Oscar Ortiz o del Gobernador Rubén Costas, quienes además de compartir información relevante, interactúan con las reglas propias de Twitter y se vinculan con otras cuentas generando una amplitud en sus mensajes.

Del otro lado tenemos cuentas como las de Carlos Mesa, y Evo Morales que a pesar de tener muchos seguidores, utilizan la red social como un megáfono para hablar unidireccionalmente, lo que es un error garrafal, porque se debe evitar el uso de un canal 2.0 con códigos analógicos.

Estamos viviendo tiempos increíbles, tiempos en los cuales la tecnología tiene que abrir y profundizar canales de comunicación entre gobernantes y gobernados, y lo que esta sucediendo en el mundo debe ponernos reflexionar sobre la calidad de nuestra democracia y de nuestros gobernantes.