Opinión

Empresas estatales en la mira

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17 de noviembre de 2018, 4:00 AM
17 de noviembre de 2018, 4:00 AM

El Gobierno del presidente Evo Morales asegura que las empresas estatales generan grandes excedentes que han permitido dinamizar la economía boliviana en un contexto de ralentización. Según las cifras gubernamentales, las compañías que están en manos del Estado obtuvieron ingresos por unos 51.300 millones de bolivianos entre 2016 y 2017, es decir, unos 7.400 millones de dólares. Los propios datos oficiales remarcan que solo YPFB generó 49.000 millones de bolivianos, unos 7.100 millones de dólares y que, el resto, apenas logró 2.400 millones de bolivianos (unos 347 millones de dólares).

La primera conclusión, entonces, es que la empresa petrolera estatal es una de las pocas que, de forma abrumadora produce ganancias, principalmente, por los ingresos del gas natural. Esto demuestra la enorme dependencia respecto de la explotación de un recurso natural dominante y revela que el perfil industrial del país todavía no aparece.

En la actualidad existen 66 compañías estatales. El Estado tiene una participación del 100% en 36 de ellas. El resto son filiales o subsidiarias, de acuerdo con un informe de la Oficina Técnica de Fortalecimiento de la Empresa Pública.

El segundo dato destacado es que las empresas estatales obligan al Estado a destinar enormes cantidades de recursos para mantenerlas.

Entre 2011 y 2017, las empresas estatales de Bolivia ejecutaron 525.700 millones de bolivianos equivalentes a 75.500 millones de dólares, cifra que representa alrededor del 35% de la participación en el Presupuesto General del Estado (PGE). Los montos millonarios a favor de las empresas estatales nacionales son mayores a los que se programan para las gobernaciones y los municipios del país.

En tercer lugar está la eficiencia en la administración de estas entidades. La nacionalización de recursos naturales y el impulso del Estado como actor central de la economía han sido parte de la estrategia económica de la actual gestión. Sin embargo, y como era de esperar, hasta el momento se ha observado la falta de eficiencia de las empresas estatales para proveer bienes y servicios.

Además, se han registrado problemas en la empresa aérea estatal BoA, la quiebra de la Empresa Nacional de Textiles (Enatex), la irregular producción de urea, la escasa productividad del ingenio azucarero San Buenaventura y la falta de mercado para Quipus confirman que se precisa mayor eficiencia en la administración de empresas estatales. Esta situación pone en duda la necesidad de que el Estado se dedique a la provisión de esos bienes y servicios que bien puede desarrollar el sector privado, de forma tal que las fuerzas estatales se dirijan hacia la educación, la salud y la seguridad de los ciudadanos.

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