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20 de marzo de 2019, 4:00 AM
20 de marzo de 2019, 4:00 AM

Evo Morales, dictador del Estado Plurinacional de Bolivia, es la frase de un polémico logo impreso en los folders de una institución pública, en oportunidad en que esta rendía cuentas públicas de sus resultados, en Sucre.

A saber, el dictador fue un magistrado de la antigua Roma que ejercía el gobierno con carácter extraordinario, especialmente en los casos de guerra, y disponía de una autoridad suprema por encima de la de los cónsules. Su magistratura era la dictadura. Dictador deriva del latín ‘dictator’ que es “redactor, magistrado supremo”, derivado de ‘dictare’, dictar. Esta última acepción, propia del derecho romano, genera por extensión las acepciones modernas.

Dictador, en un pasado inmediato y en la actualidad, es toda persona que se autoproclama presidente o líder de una nación e incumple con las leyes democráticas del país, impidiendo la alternabilidad. Además, el término hace referencia al gobernante que dirige a un país a través del manejo de todos los poderes, teniendo el control de la nación.

Evo Morales Ayma nunca ha tenido el poder ni el control político total del Estado Boliviano. En su primera gestión (2006-2009), si bien su triunfo electoral le dio dos tercios en el Congreso, no controlaba la Cámara de Senadores, que estuvo en manos de la oposición. En las elecciones subnacionales de 2006 (prefectos y alcaldes), la oposición obtuvo el triunfo en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Beni, y Pando. En la segunda gestión (2010-2014), logra apoyo para controlar ambas cámaras. La Gobernación de Santa Cruz queda en manos del opositor Rubén Costas y Beni en manos de Ernesto Suárez; no controla las municipalidades más importantes del país. En su tercera gestión (2015-2019), controla ambas cámaras, pero sigue la gobernación de Santa Cruz en manos de la oposición, aunque logra el poder en Beni y Pando, pierde en Tarija y también en el municipio de El Alto.

Por lo tanto, Evo no es un dictador, en los términos modernos; si lo fuera, controlaría el Órgano Electoral; muchos dirán que sí lo controla, pero ¿por qué pierde siempre la Gobernación de Santa Cruz o la de Tarija? Si suyo es el Órgano Electoral ¿por qué Félix Patzi es gobernador de La Paz o por qué Soledad Chapetón es alcaldesa en El Alto?

Un error de un diseñador gráfico –que no es delito- ha puesto en apuros a un director, que debió graduar bien sus lentes o comprarse una lupa, para revisar dichos folders. Sin embargo, lo más curioso es que esta situación no causó molestia al presidente”, quien ni por asomo se ha referido a un tema tan minúsculo en la política boliviana, cuya oposición pretende supinamente hacer de esto una agenda política para intentar aparecer en las encuestas de intención de votos.

Seguro que se daña la imagen del presidente con actos de corrupción, como los que hay en algunas instituciones públicas; las injusticias o actos de corrupción que se cometen en el Órgano Judicial, como se puede dañar también la imagen de un alcalde o gobernador con contratos con sobreprecio o con una mala gestión.

Los folders de Aasana, con el logo de ‘dictador’ no dañan la imagen y la gestión del presidente. Este ya fue tema de burlas y sarcasmo de una semana a los cuales nos llevó la inválida y minúscula oposición.

En Bolivia vivimos en una democracia, en la que el señor Evo Morales no es una ‘vaca sagrada’, es simplemente un ciudadano que ejerce la primera magistratura del Estado, un hombre con luces y sombras, un político a quien el 30% de la población le llama dictador y el otro 70% le dice y lo elige presidente.

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