El Deber logo
21 de abril de 2018, 4:00 AM
21 de abril de 2018, 4:00 AM

La Retoma de Charagua, el 21 de abril de 1935, constituye una gesta épica durante la Guerra del Chaco, comentada así por el historiador Josep Barnadas: “El mando militar paraguayo que reconoció en marzo de 1935 la imposibilidad de apoderarse de Villa Montes, encaminó sus pasos hacia el río Parapetí, con el fin de controlar Charagua, Camiri y Monteagudo, estrangulando así el aprovisionamiento tanto desde Sucre como desde Santa Cruz de la Sierra. La institución armada destacó a este frente de 130 km un nuevo Cuerpo de Ejército, las Segundas Divisiones de Infantería y de Caballería, con unos 5.000 hombres; por su parte, Paraguay destinó el II Cuerpo de Ejército (reforzada por la II División del I Cuerpo), que cruzaron el Parapetí por varios puntos: Ñacunday y Yuki, mientras un avión bombardeaba Charagua, interrumpiendo las comunicaciones con el Comando del Cuerpo, que no supo del repliegue de los regimientos Chuquisaca y Yacuma.

El 11 de abril se reformuló nuestra línea defensiva, logrando que la población civil fuera evacuada a las comunidades de Kaipepe y El Recreo; el pueblo fue ocupado efectivamente a punta de fuego de artillería hasta el 17 de ese mes. La contraofensiva boliviana no se hizo esperar: entre el 20 y 21 de abril, el Regimiento Tarija, del II Cuerpo, salió a las espaldas de la II División paraguaya, que abandonó la hoy ciudad benemérita, Karandaití y Mosa; tras 40 días de combates, Bolivia no solo había recuperado Charagua, sino que el enemigo había sido rechazado más de 100 km hacia el sur.”

En su libro Masamaclay, Roberto Querejazu afirma que “si Toro hubiera actuado con la impulsión y temeridad de los soldados en Villa Montes y Charagua, sin equivocarse en conceptos geoestratégicos, la guerra hubiera tenido otro final, ya que después de la contraofensiva, no tuvo la visión de asegurar la victoria que estaba servida en bandeja de plata”.

En retrospectiva, el 21 de abril de 1980, el burgomaestre de entonces, Serapio Bustos, el titular del Comité de Obras Públicas, Óscar Serrate Cuéllar, el líder cívico Luis Salek Gutiérrez y el autor de este comentario, que ejercía la Fiscalía de Distrito, durante los festejos del campanario y frente al altar de la patria, formulamos una invocación: “Charagua reclama una retoma de conciencia de los poderes públicos para saldar una vieja deuda histórica, buscando consolidar su ansiado polo de desarrollo integral y sostenido”.

Obras de infraestructura como el proyecto de la carretera asfaltada de 158 km del tramo El Espino-Charagua-Boyuibe, con un costo de 253 millones de dólares, con el aporte gubernamental del 85% y el restante 15% a cargo de la Gobernación cruceña, en el plazo de 3 años a partir de la suscripción del contrato con la empresa china Railway Group Limited, son de prioridad impostergable.

Los residentes charagüeños, jefes y oficiales del Comando de la Octava División de Ejército, autoridades e invitados especiales realizaron ayer un acto conmemorativo de aquella heroica gesta, ocasión en que se impusieron reconocimientos a ilustres personalidades que se han identificado con el progreso de “la novia predilecta de Santa Cruz”, como la calificó el vate inmortal Raúl Otero Reiche.

Tags