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4 de septiembre de 2018, 4:00 AM
4 de septiembre de 2018, 4:00 AM

El presidente confirmó que el Legislativo tratará un proyecto de ley contra la mentira. Por supuesto que el objetivo son los medios de comunicación y sus rivales políticos, en plena etapa de electoralización del país, que se prevé muy dura. Históricamente los gobiernos, unos más que otros, han buscado el control del periodismo más que el buen ejercicio del periodismo. Nada parece indicar que en la iniciativa de una ley contra la mentira se busque realmente mejorar la calidad del trabajo de los medios de comunicación. Al contrario, la norma se sumará a otras ya aprobadas que han endurecido la presión sobre los periodistas, con consecuencias lamentables como la autocensura. Ya hay normativa en el país que sanciona la calumnia y la difamación. Una ley más lo único que genera es desconfianza sobre las intenciones del poder.

Un operativo ha permitido la clausura y las detenciones de administradores de locales nocturnos que transgreden el horario de atención los fines de semana. Era necesario aplicar la mano dura para evitar los excesos en las madrugadas con el alcohol. Es deseable que sea una medida sostenible y que no corran sobornos para que no hayan excepciones. También es necesario controlar las licorerías para que no vendan bebidas alcohólicas a los menores.

Mauricio Macri eliminó de un plumazo diez ministerios como una señal de austeridad de su Gobierno. El duro ajuste en Argentina apunta al desahogo económico, con una moneda que se fue por las nubes. La situación del vecino país tiene preocupados a los bolivianos, sobre todo por una posible avalancha de productos de contrabando.

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