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14 de febrero de 2018, 4:00 AM
14 de febrero de 2018, 4:00 AM

Cuando se apagaba el Carnaval, una segunda explosión con muertos y heridos en Oruro ha causado anoche alarma. Los orureños entraron en pánico por confusas versiones que circularon por las redes sociales inmediatamente después de la nueva tragedia. En la mañana, el presidente había expresado sus dudas sobre la causa del estallido de una garrafa el sábado pasado, que provocó ocho muertes y dejó heridas a 40 personas, por lo que insiste en una investigación minuciosa. El ministro de Gobierno dijo en horas recientes que no se descarta ninguna hipótesis sobre lo ocurrido y adelantó que se indagará si hay conexiones entre las dos explosiones, aunque especificó que tienen características diferentes. Lo más responsable ahora es evitar especulaciones y no generar sicosis. Lo más urgente es ayudar a las víctimas y acelerar una investigación profesional que confirme certezas y despeje dudas. Solo así recuperaremos la calma. 

 

Tuvimos un corso cruceño matizado por masivos reclamos de respeto al 21-F. La reina del Carnaval estuvo impecable y la fiesta en el cambódromo recuperó a algunas comparsas juveniles. La impuntualidad volvió a ser el aspecto a corregir. También mejoró la celebración en las calles con la buena iniciativa de La Cruz. Menos tinta y mejor control que durante años pasados. 

 

Con el cierre del Carnaval para algunos comienza en serio el año. Por las fiestas de fin de año y las carnestolendas tan seguidas, 2018 empezó a media fuerza. Acabaron las vacaciones y llega el tiempo de producir, en un año que se perfila muy difícil por la polarización política y los daños de las inundaciones. Ánimo y a ponernos de una vez todos a trabajar. 

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