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1 de febrero de 2018, 4:00 AM
1 de febrero de 2018, 4:00 AM

La sociedad cruceña se ha politizado intensamente y se encamina a posicionarse en la vanguardia. Esta hipótesis es sostenida por el analista Gustavo Pedraza, quien  ha mencionado que muchos sectores del país ahora miran con expectativa lo que pasa en Santa Cruz con las plataformas ciudadanas. No debe sorprendernos el peso que ha ganado la región en la política nacional. El ninguneo que sufrió antes ya es un ciclo superado y está claro que nadie podrá gobernar Bolivia dándole las espaldas a Santa Cruz. No solo que estamos en un nuevo ciclo y en un escenario distinto al de hace décadas, donde los cruceños tenían que hasta pedir permiso a los partidos centralistas para que su voz sea escuchada. Se quebraron los complejos y hasta se diluyó el miedo a ejercer los derechos políticos. El peso económico del departamento seguro que dentro de poco será también correspondido en la política. 

 

En el contexto actual de creciente conflictividad, la estrategia es fundamental. Precisamente es innovadora la iniciativa de sectores ciudadanos de incentivar la “lucha inteligente”, un concepto practicado ya en otras naciones y que remarca el concepto de los “métodos de protesta no violenta”. Evidentemente, parecen existir formas creativas de reclamar derechos ciudadanos sin necesariamente dañarse a sí mismo. 

 

En Bolivia hay un “autoritarismo competitivo”, ha dicho el mismo Gustavo Pedraza. Para explicarlo recurre al fútbol. El Gobierno juega con un arco grande al frente y con más futbolistas. La oposición tiene, en cambio, menos jugadores y un arco muy pequeñito al frente. Un interesante paralelismo. 

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