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30 de diciembre de 2018, 4:00 AM
30 de diciembre de 2018, 4:00 AM

El presidente decidió seguirles la corriente a otros binomios ‘en carrera’ para las inéditas elecciones primarias en el país. “No vamos a usar la plata del pueblo boliviano”, dijo el jefe de Estado, en relación con los espacios facilitados por el TSE para difundir propaganda en medios estatales. Es conveniente hacer notar que también es dinero de los contribuyentes (pueblo) los Bs 27 millones que se gastarán en un ejercicio tan costoso como inútil convocado para el domingo 27 de enero. Son recursos públicos que podrían haber tenido mejor destino aliviando, en el nuevo año, alguna de las tantas carencias que afligen a los bolivianos.

El escritor e historiador mexicano Enrique Krauze se refirió al efecto disolutivo que tiene la ‘corrupción de la palabra’ (la mentira, la propaganda, el discurso del odio y la demagogia) en la vida ciudadana. “En muchos casos, el poder de las palabras es más letal que el de las armas...la demagogia mata la democracia”. Otro mexicano, Julio Hubard, poeta, ensayista y editor, señala con agudeza que la democracia es una estructura no de piedras, sino de palabras. “Con palabras dichas en la plaza pública se construye una democracia. Pero el exceso y la perversión del uso de la palabra acaban siendo enemigos más poderosos que las armas o la pobreza”. Con nuestra democracia en riesgo, los bolivianos necesitamos cuidarnos de los demagogos de turno y de la retahíla de embustes en esta impredecible perspectiva que al país ofrece 2019.

Los últimos días de 2018 suponen apenas una tregua en la prolongada y preocupante conflictividad que nos envuelve. Empezando 2019, los defensores del 21-F anuncian nuevas movilizaciones y se viene un paro nacional de los médicos (3 y 4 de enero) contra la aplicación del Sistema Único de Salud, en tanto la COB ha condicionado su apoyo al Gobierno en desacuerdo con las condiciones para el pago del segundo aguinaldo y le ha fijado un plazo de 15 días para satisfacer sus pedidos, que incluyen la renuncia de tres ministros. Las exigencias de la otrora independiente e influyente organización laboral ponen al borde de la ruptura su oprobioso matrimonio por conveniencia con el oficialismo.

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