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18 de noviembre de 2017, 4:00 AM
18 de noviembre de 2017, 4:00 AM

Escuchamos el sonido de un mensaje que ingresa al WhatsApp; este anuncia que la aplicación va empezar a cobrar el servicio en un par de semanas a menos que reenvíes el mensaje a la mayor cantidad de contactos. Hay otros mensajes: la Policía empezará a cobrar multa por manejar hablando por teléfono; una entidad bancaria entró en bancarrota y hay que retirar el dinero ahorrado; la gasolina se acaba y solo un surtidor la venderá; un político acusa a otro y entre ellos pringan a medio pueblo; joven extraviado (o que pensaban que lo estaba), la exnovia lo tenía como rehén; el bombardeo de nubes hace llover en el país, pero si no reenvías este mensaje, por tu zona no lloverá y seguirás respirando humo. Hagamos virales estos mensajes parece ser la consigna.

WhatsApp proporciona información en línea, pero esta suele ser manipulada por los emisores para generar incertidumbre en la población. Lamentable, considerando que en nuestro país este servicio de mensajería se ha posicionado como uno de los principales medios de difusión. Existen grupos de WhatsApp de colegas de trabajo, de las mamás del colegio, de la familia, de los amigos, de los excompañeros, de los vecinos, de los primos, de los cumpas, de las del pasanaku, de los de los jueves de frater y de los sin frater. Innumerables oportunidades para generar datos falsos.

Una de las principales característica del WhatsApp es la seguridad: sus mensajes están encriptados de punta a punta, y nadie, sino el emisor y el receptor, puede acceder a ellos. También es muy difícil rastrear el contenido de la información, por lo que esta es menos transparente e incontrolable.

Aunque no toda la información que se trasmite es falsa o dañina, gran parte de ella es manipulada para buscar algún beneficio o rédito. Por tanto, debemos tener la capacidad de detectar mentiras virtuales y no creer a todos los mensajes que nos llegan. Caso contrario estaremos haciendo colas en los surtidores sin motivo, o andaremos con nuestra plata de banco en banco o miraremos al cielo para ver si el avión logró hace llover. Es imprescindible verificar la información y realizar consultas, así tendremos la certeza de lo que es real y de lo que es una simple broma.

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