Opinión

Bolivia prioriza el bienestar de su población

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23 de mayo de 2019, 4:00 AM
23 de mayo de 2019, 4:00 AM

El puntaje que The Heritage Foundation –ente ligado al partido Republicano de EEUU– dio a Bolivia en el Índice de libertad económica (ILE) 2019, soslaya los que llevaron al país a liderar por sexta vez el crecimiento económico de Sudamérica e ignora la reducción de la pobreza con el modelo económico.

Heritage –cuya misión es promover políticas públicas conservadoras basadas en valores estadounidenses tradicionales– es un ‘think tank’ de extrema derecha, proempresarial, anticomunista y conservador, fundado en 1973 por miembros del Partido Republicano. En 1981 publicó más de 2.000 sugerencias de políticas públicas, dos tercios de las cuales aplicó Reagan en EEUU. Según R. Shabad, de The Hill, Heritage tuvo una actitud intervencionista cuando sus analistas ayudaron a elaborar la Doctrina Reagan y apoyaron a regímenes anticomunistas y grupos paramilitares de los 80. Según Heritage, Reagan expresó que ese “fue un recurso invaluable en temas como el apoyo a la ‘libertad’ en Granada, Nicaragua, Europa del Este”. Desde 1988, los documentos de Heritage guían a los candidatos republicanos en campaña, y desde 1995 organiza conferencias para nuevos congresistas electos, que disponen de su asesoría en la gestión. Actualmente, ejerce influencia en la gestión de Donald Trump, que consideró un 64% de sus recomendaciones y tiene a “expertos” opinando en el Congreso de EEUU.

En 1995 Heritage empezó a publicar el ILE, citando como fuentes a oficinas de Gobierno de EEUU como el Departamento de Estado, el de Comercio y la CIA, denotando un sesgo a favor de los intereses de ese gobierno, y del Partido Republicano, al cual pertenecen sus financiadores, analistas y directivos. En 2005 Jeffrey Sachs afirmó que no se demuestra correlación entre la calificación del ILE de un país y su tasa de crecimiento económico. Así, países bien puntuados como Suiza y Uruguay tuvieron un bajo crecimiento entre 1995 y 2003, pero China, con una calificación más baja tuvo un mayor crecimiento.

Por su parte, el ILE 2019 indica que la metodología cambió frecuentemente en estos 25 años y que continuará “refinándose”; también que los hacedores de políticas vieron que las libertades económicas del ILE se parecían a las prioridades del Consenso de Washington, el compromiso filosófico del ILE con el capitalismo de libre mercado debe ser evidente para todos, y un compromiso con el libre mercado era esencial para las semillas plantadas por Usaid y otras agencias.

Los 40 puntos asignados a Bolivia en el componente de Libertad Financiera del ILE no reflejan los resultados alcanzados en el sistema financiero con la participación del Estado, como mayor dinamismo, bolivianización, récords en créditos y depósitos, y la morosidad más baja de la región. Con la aplicación del Modelo económico social comunitario productivo desde 2006 –en el marco de redistribución de los ingresos– se desarrollaron políticas sociales para mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable, derivando en la disminución de la pobreza extrema del 38,2% al 15,2% entre 2005 y 2018; el descenso del Índice de Gini de 0,60 a 0,46 entre 2005 y 2017; la reducción de la relación de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre de 128 a 40 veces; además de la caída de la tasa de desempleo abierto urbano del 8,1% al 4,3% en los últimos 13 años. Estos resultados se ven reflejados en el aumento de la clase media que permite aumentar la capacidad de compra y ahorro de los bolivianos. En 2018 más de la mitad de los hogares del país se ubicaron en el estrato medio de ingresos, que representó 7 millones de habitantes (62,0%), cifra superior a la de 2005 que llegaba a 3,3 millones de personas. Hubo notable mejora de la esperanza de vida que pasó de 63,8 años en 2005 a 73,5 años en 2019.

Por tanto, Heritage y el ILE carecen de objetividad, reflejando más una visión política del Partido Republicano, y sus resultados son objeto de serias críticas a nivel metodológico y teórico. Aplica una sola visión del mundo y del pensamiento económico, contrario a los tiempos actuales de pluralidad de ideas y de la geopolítica mundial. El ILE subestima a Bolivia debido a que el Estado –y no el libre mercado– realiza un prudente manejo de la economía.

El Gobierno boliviano está focalizado tanto en el desarrollo económico como en el bienestar social del país, aspectos que no se reflejan en el ILE; puesto que una mejora en la evaluación de este indicador no necesariamente implica un mayor crecimiento y desarrollo económico.