Opinión

Batalla por el Legislativo

El Deber logo
20 de mayo de 2019, 6:00 AM
20 de mayo de 2019, 6:00 AM

Durante el ampliado de la Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) en Cochabamba, el presidente Evo Morales señaló que el objetivo central son los escaños del Órgano Legislativo.

En 2009, el oficialismo consiguió 114 de los 166 curules, y en 2014 tuvo 113, es decir, los dos tercios del Legislativo; sin embargo, en los comicios de octubre de este año, si la oposición, aunque está dispersa, lograra 56 parlamentarios, tendría un tercio de dicho Órgano y, con algunos curules adicionales, el “sartén por el mango”.

Son 36 senadores (cuatro por departamento), repartidos de manera proporcional a la votación presidencial obtenida. El Movimiento al Socialismo (MAS) ha sido amplio dominador en La Paz y Oruro (consiguiendo los cuatro espacios), tres en Chuquisaca, Cochabamba y Potosí, mientras que dos en Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando. Entre 2009 y 2014, el único espacio que Evo Morales cedió fue un senador en Potosí (de 114 curules de 2009 pasó a 113 en 2014).

De los 130 diputados que conforman la Cámara Baja, 60 son plurinominales, elegidos según la votación del binomio; La Paz, con 14 curules; Santa Cruz, con 13; Cochabamba, con ocho y Potosí con seis, son los que tienen mayor cantidad de ‘pluris’. Sin embargo, la verdadera lucha será en las 70 circunscripciones, que eligen a igual número de diputados (63 uninominales y siete especiales indígenas), los cuales representan más de un tercio del Legislativo.

De 2005 a 2014 se han dado datos significativos en las circunscripciones, como que el MAS ha ganado las 14 circunscripciones del departamento paceño; que cuatro de las ocho correspondientes a Santa Cruz de la Sierra le son contrarias, mientras que las periurbanas son favorables; que la fuerza oficialista se expresa en el área rural; en síntesis, de las 70 circunscripciones, solamente cayó en quince (seis de Santa Cruz, tres en Beni, dos en Tarija, una en Chuquisaca, Cochabamba, Potosí y la Especial Indígena de Oruro). La votación masista de 2009 y 2014 ha permitido que sus candidatos uninominales, en todas las circunscripciones, no bajen del segundo lugar.

Un dato para destacar en las elecciones generales de 2005, 2009 y 2014, es que, en ninguna de las circunscripciones uninominales, el candidato (hubiera sido elegido o no) tuvo votación superior o igual que la de Evo Morales.

La verdadera batalla electoral será en las candidaturas legislativas, donde el MAS se apresta a llevar a profesionales, independientes, clase media (según lo determinado en el ampliado de Conalcam); la oposición tendrá que llevar a sus mejores cuadros para convencer al elector de honrarlos con el voto. ¿Será que al fin tendremos verdaderos debates políticos y de propuestas que vendrán desde los barrios, comunidades y municipios que conforman las circunscripciones? Solamente el tiempo lo dirá.

Creo que esperamos mucho de una persona que busca lo mismo que el oficialismo boliviano, una reelección.

Tags