Opinión

Así no se puede

El Deber logo
4 de mayo de 2019, 4:00 AM
4 de mayo de 2019, 4:00 AM

Pobres los candidatos de la oposición, porque así no se puede competir, menos pensar en ganar. Tengo amistad con algunos de ellos y lo que siento es admiración por su coraje, pero también lástima, porque me parece que están perdiendo su tiempo. Tienen que ser muy arrojados o muy ingenuos si desean medirse con S.E., aquel señor de todos los pueblos originarios, de los sindicatos, organizaciones sociales, federaciones de cocaleros, COB, y además celoso marido de la Pachamama. Y ahora hasta fervoroso católico de comunión e íntimo amigo del cardenal, a quien acarrea de un sitio a otro.

¿Una pequeña prueba de su poder? Ha dispuesto que las elecciones sean el 20 de octubre próximo, en vez del 27 en que estaban fijadas, expresamente para conseguir unos votos más en Argentina. Así también puede decir que los comicios se posterguen hasta diciembre, porque el Tribunal Supremo Electoral (TSE) obedecerá. Y si a los vocales del TSE se les ocurriera por ventura alegar respeto a lo establecido por las leyes, les llegaría el cese como les ha caído a una veintena de funcionarios poco amables con los deseos del MAS.

No se puede competir con quien dispone de todos los recursos económicos del Estado; contra quien viaja diariamente, abandonando sus responsabilidades de gobernante, para hacer campaña repartiendo “regalos” que salen de los impuestos que nos cobran a todos los ciudadanos. ¿Cómo enfrentar a quien utiliza el Falcon o los helicópteros de las FFAA para llegar sonriente a un lugar u otro? Siempre sonriente y feliz porque sabe que sus adversarios viajarán por tierra y que jamás llegarán a los lugares donde llega él. No llegarán sus adversarios, como en el caso del Chapare y otros, porque además sus partidarios no les permiten el paso o los amenazan.

Tiene en su poder la televisión estatal que transmite todas sus actividades políticas y hasta futboleras. Televisión que se embelesa con información sobre la falsa nacionalización de los hidrocarburos, la máxima hazaña del régimen. Pero tiene, además, el dinero para llegar masivamente a la TV privada y para enviar a los programas con mayor audiencia a sus estrategas políticos que, siendo mediocres, no hay noche en que no aparezcan, generalmente para tratar de componer entuertos.

Ya quisiera alguno de los candidatos que S.E. le aceptara un debate en la TV. O ya desearan todos los candidatos que S.E. se sentara a debatir como en España, EEUU y el resto de naciones democráticas, donde los postulantes no se pueden hacer los del otro viernes. Pero así como S.E. no gobierna sino manda, tampoco quiere debatir sino monologar. Le encanta hablar al pueblo, siempre que nadie le conteste y todos lo aplaudan.

Los candidatos cuentan, desde luego, con escasos recursos económicos, pero además son permanentemente acosados por la judicatura masista. Es decir, que son calumniados y esas calumnias pasan a la justicia y los jueces, designados en las malhadadas elecciones judiciales, los hostilizan, los citan, los amenazan. Además del abuso, les hacen perder su tiempo.

Nos encontramos, entonces, con que el candidato ilegal, el descartado por la Constitución y por un referéndum, es el que tiene todas las ventajas sobre los candidatos legales. Así, quien puede armar concentraciones masivas con solo una orden a los empleados públicos, cuenta con todos los recursos del Estado y lleva años haciendo campaña electoral en vez de gobernar.

Deberían reunirse todos los candidatos de la oposición en un gran acto, si es posible abierto a la prensa y la opinión pública, para reclamar por esta estafa antidemocrática. Deberían hacer un listado de todos los abusos en que incurre la candidatura de S.E. y hacerlo conocer a todo el país y a los organismos internacionales. No hacerlo es ir a una derrota segura y para eso no vale la pena acudir sumisos a que les corten la cabeza en las urnas.

Tags