Opinión

Amenazas a los bancos

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11 de marzo de 2019, 4:00 AM
11 de marzo de 2019, 4:00 AM

La tensión en las relaciones del Gobierno con los bancos privados está subiendo de tono. Ahora, el Gobierno amenaza con aplicar las máximas sanciones a los bancos que se nieguen a conceder créditos de vivienda social con tasas fijadas desde el Ministerio de Economía.

Antes de lanzar esta amenaza, el Gobierno hizo saber, desde el Banco Central, que premiaría y compensaría a los bancos que decidan repatriar sus capitales desde el exterior para financiar créditos de interés electoral. Si esas repatriaciones se hicieran antes del 31 de mayo, decía el instructivo, el BCB dejaría de aplicar las tasas de comisión establecidas por ley. Algo ocurrió desde ese momento para que Economía tome la decisión de elevar la voz, golpear la mesa y anunciar las sanciones, que se aplicarán cuando algún ciudadano haga la denuncia personalmente o al teléfono 800-100099.

Un informe, difundido en Cochabamba, dice que algunos bancos que no quieren ser alcanzados por las sanciones han decidido mantener las líneas de crédito aludidas, aunque optaron por reducir los plazos de repago. Se aplican los intereses impuestos por el gobierno pero, a cambio, se reducen los plazos. También se ha dicho que algunos bancos han optado por no ofrecer el 100% del costo de la vivienda, sino solo el 80%, para que el interesado cubra con sus ahorros el restante 20%. Pero el ministro de Economía ha dicho que esa irregularidad también sería severamente castigada por el gobierno, cuando se presenten las denuncias.

Desde un temeroso sistema financiero se han filtrado informaciones sobre una recomendación del FMI para que se eliminen los créditos regulados, porque quitan flexibilidad a operaciones que deben hacerse usando recursos de terceros. En fin, que el Gobierno insiste en que ahora, menos que nunca, cuando están en juego las elecciones, se pueden suspender las operaciones bancarias que benefician a sus candidatos.

Los bancos, que se habían portado muy bien y se habían beneficiado con el crecimiento de los depósitos, han dicho que el año pasado la cartera de los créditos regulados creció en 12% pero que los depósitos apenas crecieron un 5,5%. Y que la diferencia, unos 1.000 millones de dólares, tuvo que ser cubierta con los ahorros de los bancos. Y han dicho, con timidez, pero con persistencia, que esta situación es insostenible y que los créditos regulados amenazan al sistema financiero.

Pero las urgencias electorales son más importantes. Y no dejan margen a las indecisiones.

 

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