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22 de junio de 2018, 4:00 AM
22 de junio de 2018, 4:00 AM

Entre esta noche, mañana y el domingo se movilizarán a centenares de funcionarios municipales para impedir el encendido de fogatas por la festividad de San Juan. Cada año se cuestiona el esfuerzo de apagar la principal práctica de una vieja tradición, cuando durante muchos días proliferan las quemas de basuras, los chaqueos u otras actividades que contaminan el aire de la región, cada vez menos puro. Ciertamente. No alcanza una iniciativa parcial y tan aislada, cuando en el resto del año aflojan los controles o simplemente no se sostiene una campaña constante de concienciación ciudadana. Sin embargo, por algo hay que empezar. Si quiere divertirse en esta festividad, sustituya la fogata. Lo agradecerán nuestras vías respiratorias y pulmones.

Una tregua pidió el gobernador de Cochabamba horas antes de los Juegos Suramericanos, a propósito de la avalancha de denuncias sobre adjudicaciones directas de millonarias obras y servicios a empresas que aparentemente no calificaban. Se dijo que apenas terminara la competencia se indagarían las versiones para esclarecer las dudas o determinar responsabilidades. No hay aún ninguna iniciativa gubernamental para cerrar este espinoso tema de manera seria y convincente. Al contrario, siguen las denuncias del senador Oscar Ortiz que esperan explicaciones.

Poco a poco afloja la campaña para que los micros y los pasajeros usen las paradas del segundo anillo. La iniciativa, que buscaba el cumplimiento de algo tan elemental como parar donde se debe parar, empezó con algo de entusiasmo, pero como siempre ocurre cuando no se persevera, el caos vuelve a reinar en las avenidas en las que se hace el ensayo. 

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