Opinión

... Cara a cara

El Deber logo
25 de abril de 2018, 4:00 AM
25 de abril de 2018, 4:00 AM

Dos opiniones distintas sobre el mismo actor. La del gobernador Rubén Costas, quien calificó a José María Leyes como “el primer mártir del 21-F”. La del alcalde Percy Fernández, quien le mandó el siguiente mensaje a su colega cochabambino: “Buena gente, pero le pelaste, hermano. Te gustó la plata, metiste la pata, andate hermano”. Solo una investigación seria y un juicio imparcial deberían dilucidar en un tiempo prudente cuál de las dos afirmaciones tan diametralmente opuestas dio en el clavo. Por ahora las dos autoridades decidieron jugarse por posiciones muy diferentes.

Muchos de los vendedores informales que se oponían al traslado ahora hacen colas y disputan puestos en el nuevo mercado La Ramada, antes de su apertura oficial. Más allá de la paradoja, es bueno destacar que finalmente entendieron que es mejor formalizarse y aprovechar los espacios adecuados, en vez de vender donde solo generan caos. Es recomendable de todos modos que la ocupación de la nueva infraestructura ocurra de manera ordenada.

Los que no entienden ni a la fuerza son los informales de la rotonda del Plan Tres Mil. El mínimo aflojamiento de la vigilancia y se instalan en lugares donde no deben vender. Si hay compradores de sus mercaderías seguirán haciendo de las suyas.

Tampoco ayudan al ordenamiento de la urbe cruceña los transportistas que se niegan a acatar la norma que les impide tener paradas dentro del cuarto anillo de la ciudad. Esta otra vieja disputa entre los choferes y la autoridad solo será ganada con firmeza. No debe haber ciudadano pensante en Santa Cruz de la Sierra que se oponga a la intención de poner de una vez por todas un freno en seco al caos.

Tags