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20 de diciembre de 2017, 4:00 AM
20 de diciembre de 2017, 4:00 AM

Después de un largo tiempo de espera, el Gobierno autorizó la liberación de las exportaciones de azúcar, alcohol, soya, carne de res y sorgo. Un verdadero tubo de oxígeno en pleno fin de año para la economía de los agroindustriales del oriente, que clamaban por el permiso, que les dará mejor proyección a sus productos. La principal exigencia del Poder Ejecutivo a los privados es que el levantamiento del veto no afecte al consumo nacional, lo que resulta una demanda necesaria e irrenunciable. Mejora la perspectiva para el agro que temía quedarse con precios bajos y una gran parte de su producción. Y, por supuesto, mejoran las expectativas para una región como la cruceña, esencialmente de vocación agroproductiva.

Como cada fin de año, el presidente se reunió con los embajadores y cónsules de Bolivia en el exterior para evaluar su trabajo. En la fotografía de la ocasión, más de la mitad de los representantes bolivianos apareció con el característico puño en alto, que identifica a los militantes del ‘proceso de cambio’. Además de curiosa, la imagen confirma la predominancia de la lealtad partidaria en cargos que deberían ser ocupados por diplomáticos que representan más a un país que a un Gobierno.

Son más de 100.000 los vehículos que cada día transportan a solo una persona en la capital cruceña, lo que equivale a un 13 % de los usuarios. El 51% se traslada en micro. Estas cifras reflejan la necesidad de modernizar el transporte público tanto para los que lo usan como para los que podrían usarlo para ayudar a descongestionar las vías.

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