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8 de enero de 2019, 4:00 AM
8 de enero de 2019, 4:00 AM

De diez fachadas de los edificios del casco viejo, prácticamente cuatro están en mal estado, según un estudio del Instituto Cruceño de Estadística. Esta conclusión convoca a una urgente mirada del gobierno municipal a lo que ocurre en el centro de la ciudad, que es seguro lo primero que busca un turista para conocer. Son casi 2.000 de los más de 5.000 inmuebles los que habría que intervenir para no dejar morir el corazón de la urbe. Para esto es vital una acción coordinada de los dueños de los edificios con la Alcaldía. Es cierto que se necesitan recursos, pero las dificultades ceden cuando hay voluntad y objetivos comunes. Que uno de los propósitos de este año sea conseguir que en el primer trimestre al menos 1.000 fachadas tengan un nuevo rostro.

El racismo combinado con política ha sido un cóctel explosivo a lo largo de la historia mundial. La Alemania de los tiempos nazis es un ejemplo de la peligrosa mezcla. Son procesos que siempre costaron mucha sangre y dolor. Por eso, es inaceptable la sugerencia de un diputado de Río de que a los que les gusten los indios en Brasil se vengan a Bolivia. La respuesta de este lado ha sido de condena y de preocupación, aunque es necesario ver cómo andan los políticos de casa, algunos de los que han alentado en los últimos tiempos revanchismo por resentimientos raciales históricos.

Hay hasta ahora dos aspirantes a la presidencia del Comité pro Santa Cruz y ambos tienen perfiles interesantes. María Cristina Viscarra, una mujer de ñeque, y Luis Fernando Camacho, un empresario y joven profesional. Agrada ver en competencia aires nuevos y rostros de cierta renovación de los liderazgos. Queda saber quién presenta las mejores propuestas para esta institución en un año complejo.

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