Según inversores, este es un ‘estruendo’ que puede derivar en los próximos años en un ‘terremoto’  

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7 de febrero de 2018, 6:00 AM
7 de febrero de 2018, 6:00 AM

Wall Street acabó ayer con fuertes avances y remontó parcialmente las pérdidas acumuladas en las dos sesiones anteriores, que habían generado temores de una implosión bursátil de peligrosas consecuencias globales.


Después de haberse comportado con gran irregularidad durante la jornada, el Dow Jones de Industriales, el principal indicador del mercado, cerró con un avance del 2,33%, hasta 24.912,77 puntos. El selectivo S&P 500 subió un 1,74% y el índice del Nasdaq un 2,13%. Fue una sesión marcada por una gran volatilidad, aunque ligeramente menor que en la sesión del lunes. 

 

Arrastre
 Como de costumbre, la caída de Wall Street arrastró a los mercados de todo el mundo, y las primeras que se resintieron fueron las bolsas asiáticas, que abrieron poco después de que acabara la sesión de Wall Street del lunes.


El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio acabó con un descenso del 4,73%, aunque llegó a perder durante la jornada un 7%. La de Shanghái retrocedió un 3,35% y la de Hong Kong se desplomó un 5,12%, el peor retroceso desde agosto de 2015.


La pelota pasó a Europa, con un retroceso del 2,64 % en el principal indicador del mercado de Londres, del 2,32% en el de Fráncfort, del 2,35% en París y del 2,53% en Madrid.