Ortega rechaza las denuncias de abusos y asegura que la crisis es impulsada por grupos a los que califica de "golpistas" y "terroristas". Hay al menos 40 opositores detenidos

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14 de octubre de 2018, 18:52 PM
14 de octubre de 2018, 18:52 PM

La Policía de Nicaragua reprimió este domingo a un grupo de opositores y detuvo a cerca de cuarenta personas cuando pretendían protestar en las calles de Managua contra el presidente Daniel Ortega.

El episodio, enmarcado en la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril pasado y ha dejado centenares de muertos, fue repudiado por organismos internacionales, que instaron a Ortega a respetar los derechos de los ciudadanos y la libertad de manifestación.

Los hechos se produjeron, según constató Efe, cuando un grupo de personas estaba a la espera de sumarse a una protesta convocada para este domingo por la coalición opositora Unidad Nacional Azul y Blanco, que finalmente no se realizó.

Decenas de agentes antimotines y policías se presentaron en el lugar y comenzó un enfrentamiento con los opositores. La Policía confirmó en un comunicado que detuvo a 38 personas, de las 8 ya fueron liberadas.

La institución indicó que "realiza las investigaciones para determinar niveles de responsabilidad penal de los detenidos y los remitirá a las autoridades competentes para su enjuiciamiento".

Esta mañana se "garantizó el orden y la seguridad en la capital ante los intentos de agrupaciones terroristas, golpistas y criminales que en los últimos meses han estado desarrollando acciones que violentan la paz y la tranquilidad", aseguró la Policía.

Según pudo captar la prensa, los agentes policiales arrastraron a varios de ellos hasta los vehículos de patrulla.

Entre los detenidos está la directora en Nicaragua de la ONG Techo Internacional, Ana Lucía Álvarez, denunció la organización en un comunicado.

También fueron apresados Suyén Barahona y Ana Margarita Vigil, ambas del Movimiento Renovador Sandinista (MRS); José Antonio Peraza, miembro del Movimiento por Nicaragua, y Tamara Dávila, hija del fallecido coronel en retiro Irwin Dávila, opositor al Gobierno.

Otro de los detenidos fue José Dolores Blandino, padre de Xiómara Blandino, la actual pareja de Juan Carlos Ortega Murillo, hijo del presidente Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, quien es uno de los liberados según informó la Policía.

El periodista Uriel Velásquez del rotativo local El Nuevo Diario, también estuvo detenido y fue puesto en libertad.

Los "blanquiazules" prometieron seguir adelante con las protestas, clamando a voces por una "Nicaragua Libre", mientras la Policía reitera que no va a permitir "manifestaciones o movilizaciones en la vía pública que no cuenten con el debido permiso".

Este sábado, la oposición suspendió movilizaciones en la región de Blufields y en Managua, donde este domingo contingentes de agentes policiales de operaciones especiales, antimotines y grupos afines al Gobierno se desplegaron en distintos puntos.

En el lugar donde estaba previsto el comienzo de la marcha, cuyo lema era "Unidos por la libertad", también resultó lesionado Oswaldo Rivas, fotógrafo de la agencia internacional Reuters, tras ser arrollado por un paramilitar motorizado.

Este domingo, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, exigió a Ortega que libere a los manifestantes detenidos, respete su derecho a la protesta pacífica y cese la "represión".

El secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, lamentó los hechos y consideró "inaceptables" las "actitudes represivas y autoritarias".

El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, también lamentó los choques entre la Policía y manifestantes al señalar que "estas actitudes (...) no abonan en nada a la paz" e insistir en la necesidad de un diálogo para superar la crisis.

La mesa de diálogo entre la Alianza Cívica, compuesta por sectores civiles, y el Gobierno de Ortega, está suspendida desde julio, después de que grupos oficialistas agredieran a miembros del Episcopado que participan en calidad de mediadores.

Nicaragua vive una crisis sociopolítica que comenzó en abril pasado y que ha dejado según organizaciones humanitarias locales e internacionales entre 322 y 512 muertos, mientras que el Ejecutivo cifra los fallecidos en 199 fallecidos y denuncia un intento de golpe de Estado.

El 18 de abril pasado comenzaron las protestas contra Ortega por unas reformas de seguridad social, anuladas en un intento por contener la crisis, y que se convirtieron en la exigencia de la renuncia del mandatario.

Ortega rechaza las denuncias de abusos y asegura que la crisis es impulsada por grupos a los que califica de "golpistas" y "terroristas".