La reunión comenzó a las 9:00 de este martes en Singapur. Ambos mandatarios buscan definir una hoja de ruta para desnuclearizar la península de las dos Coreas

El Deber logo
12 de junio de 2018, 4:00 AM
12 de junio de 2018, 4:00 AM

Donald Trump y Kim Jong Un se dieron este martes un histórico apretón de manos, el primero entre un presidente estadounidense en activo y un líder norcoreano. Esta imagen simbólica y hasta hace poco inimaginable, tras décadas de tensiones provocadas por las ambiciones nucleares de Pyongyang, marcó el inicio de una cumbre de gran importancia para Asia y el mundo.   

Los dos hombres, de recorrido y estilos radicalmente distintos y con más de 30 años de diferencia, se estrecharon la mano durante varios segundos y se dijeron unas palabras, con el semblante serio, ante una fila de banderas de sus países respectivos, en un hotel de lujo de la isla de Sentosa, en Singapur.   

Tras esa escena observada por millones de personas en todo el mundo, ambos líderes mantuvieron un encuentro a solas con sus intérpretes durante unos 50 minutos.   

“Tendremos una relación fantástica, no tengo ninguna duda", dijo Trump, sonriendo junto a Kim, antes de esa reunión. Por su parte, el líder norcoreano reconoció que “no había sido fácil" llegar hasta aquí. “Los viejos prejuicios y prácticas fueron obstáculos en nuestro camino hacia adelante, pero los superamos todos y hoy estamos aquí", aseguró.

Después de su cara a cara, Trump y Kim iniciaron un encuentro con sus equipos respectivos, antes de una comida de trabajo, en una cumbre seguida por cerca de 5.000 periodistas, según el Gobierno estadounidense.

Segunda reunión

El presidente estadounidense y el líder norcoreano, Kim Jong Un, iniciaron luego una segunda reunión de su histórica cumbre en Singapur, esta vez con algunos miembros de sus respectivas delegaciones. Trump dijo a los periodistas que su reunión de 48 minutos a solas con el líder norcoreano había ido “muy, muy bien", y Kim no respondió a la pregunta de si está dispuesto a deshacerse de sus armas nucleares.

Por su parte, Kim comentó al inicio del encuentro con las delegaciones que agradecía poder estar ahí para “hablar de temas importantes" y prometió que colaborará con Trump, quien aseguró: “Vamos a trabajar para resolver los problemas juntos”.

A pesar del espectacular acercamiento diplomático de los últimos meses, persisten numerosas incógnitas respecto a la cumbre entre los dos dirigentes.   Trump, que lleva poco más de 500 días en la Casa Blanca, afronta uno de los momentos más importantes de su presidencia en el escenario internacional, donde ha disgustado a numerosos mandatarios, incluidos algunos de los aliados de Estados Unidos.  

Presidente de Corea del Sur, conmovido
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, se conmovió viendo el arranque de la histórica cumbre Estados Unidos y Corea del Norte, y expresó su deseo de que se logre la desnuclearización de la península.
 Moon y el resto de su gabinete retrasaron 10 minutos el inicio del Consejo de Ministros para ver en directo por televisión el histórico apretón de manos entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente de EEUU, Donald Trump, al inicio de su reunión privada en el hotel Capella de Singapur.

Moon y el primer ministro surcoreano, Lee Nak-yon, se mostraron especialmente conmovidos por las imágenes.

 "Probablemente toda la atención de nuestra gente está ahora en Singapur. Yo mismo tampoco he podido dormir esta noche", dijo Moon, según el extracto de su alocución publicado por la oficina presidencial.

"Me uno a todo el mundo al desear vehementemente que la cumbre sea un éxito a la hora de concedernos la total desnuclearización y la paz, y de conducirnos a una nueva era entre las dos Coreas y EEUU", añadió Moon.

El presidente surcoreano, que ha mantenido desde abril dos históricas reuniones con Kim Jong Un, ha resultado clave a la hora de mediar entre Corea del Norte y EEUU para lograr que ambos países celebren la esperada cita, que incluso llegó a ser cancelada por las diferencias entre Pyongyang y Washington a cuenta de un modelo de desnuclearización.