El autor del ataque, Benjamin Herman, había salido de la cárcel y estaba fichado por vínculos con grupos radicales islámicos. Su objetivo era atacar a los policías 

El Deber logo
30 de mayo de 2018, 4:00 AM
30 de mayo de 2018, 4:00 AM

Un hombre radicalizado en prisión mató a dos agentes y a un joven ayer en Lieja, en el este de Bélgica, en un ataque cuyo objetivo era la Policía y que la justicia investiga como un posible atentado terrorista.

Los hechos se produjeron por la mañana en una gran arteria del centro de esta ciudad situada a unos 40 kilómetros de la frontera alemana y terminaron con la muerte del agresor a manos de la Policía tras tomar brevemente como rehén a la empleada de un centro educativo.
“Violencia cobarde y ciega en Lieja. Todo nuestro apoyo a las víctimas y sus familias”, tuiteó el primer ministro belga, Charles Michel, en cuyo país los policías y militares han sido objeto desde 2016 de varios ataques.

El autor, identificado como Benjamin Herman y nacido en 1982, estaba fichado por sus contactos con islamistas radicales y se habría radicalizado a lo largo de sus estancias en prisión.

El autor habría gritado “Allahu Akbar” (Alá es grande), si bien ninguna fuente oficial pudo confirmar esta información.

La Fiscalía Federal belga, encargada de los casos de terrorismo, asumió la investigación. El atacante buscaba golpear en la institución policial.
Las dos agentes fallecidas tenían 45 y 53 años. La más joven, cuyo fallecimiento deja huérfanas a dos gemelas de 13 años, entró en la Policía en 1994, mientras que la segunda trabajaba en Lieja desde 2010 y tenía un hijo de 25 años. La tercera víctima estaba a punto de obtener su diploma de maestro.