Doce de los 172 heridos están graves. Ocurrió en un barrio de La Habana, donde el Gobierno puso en marcha un operativo para atender a los miles de damnificados

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29 de enero de 2019, 4:00 AM
29 de enero de 2019, 4:00 AM

Primero, un ruido como si un avión a chorro estuviese pasando por el techo de la casa. Luego una ráfaga de aire y granizo que acabó con todo. Un potente tornado golpeó la noche del domingo en La Habana, mató a tres personas, hirió a 172 (12 de las cuales están graves) y destruyó decenas de viviendas.

“Eran como las nueve de la noche, todo el mundo sintió un ruido, como si fuera un transformador que hubiera explotado. La luz empezó a pestañear. (...) El ruido estaba más cerca, luego sentimos la ráfaga de aire, como si estuvieran cayendo piedras; era granizo, y siento que empezaban a caerse cosas, me levantó el techo y se llevó todo”, cuenta Canaima Hernández, de 36 años.

La casa de Canaima está en Regla, uno de los municipios de La Habana más golpeados por el tornado. Quedó inhabitable. “Cuando sentimos la ráfaga de aire lo que hice fue agarrar a mi niña y agacharme en mi cocina”, cuenta entre sollozos.

Los vecinos de Regla amanecieron ayer tratando de rescatar sus pertenencias entre los automóviles volcados, paredes caídas, postes atravesados en las calles y restos de techos de zinc y de madera. Tras una noche en penumbras, el sol de la mañana empezaba a colarse por entre las nubes grises que aún coronaban la capital cubana tras la tormenta.

De madrugada, el presidente Miguel Díaz-Canel recorrió esta localidad supervisando las labores de rescate. “Los daños son severos, hasta el momento lamentamos la pérdida de tres vidas humanas y se atiende a 172 heridos. Varias brigadas están trabajando ya en el restablecimiento”, comentó.

“Menos mal que fue en segundos, porque si era un minuto aquí no quedaba nadie. Pensé primero que era granizo. A mi mujer le cayó el techo de refilón. Tengo 55 años y nunca en mi vida he visto algo así”, explica Francisco Sotolongo.

El tornado ocurrió en medio de una esperada tormenta que ya afectaba la zona oeste de Cuba, con ráfagas de hasta 100 km por hora y penetración del mar. Esta avanzaba hacia la zona central de la isla, pero con menor intensidad.

“Los de la isla, acostumbrados a estos avisos, no sospecharon la magnitud de lo que se avecinaba después de superadas las ocho de la noche”, admitió el diario Granma.

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