Brenton Tarrant preparó todo en las redes sociales antes de acribillar a decenas de musulmanes congregados en las mezquitas de Masjid al Noor y Linwood, en Christchurch

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16 de marzo de 2019, 4:00 AM
16 de marzo de 2019, 4:00 AM

Un fundamentalista islamofóbico, sádico y cargado de odio, irrumpió en dos mezquitas de la localidad de Christchurch, Nueva Zelanda, mató a 49 personas y dejó muy mal heridas a decenas de musulmanes que participaban del viernes sagrado. Se trata del atentado terrorista contra la comunidad islámica más importante jamás ocurrido en el mundo occidental y ha generado el repudio unánime en todo el mundo. Todo fue filmado a través del Facebook Live y preparado minuciosamente en las redes sociales en internet.

Las dos mezquitas atacadas fueron la de Masjid al Noor, en el centro de Christchurch, donde murieron 41 personas, según la policía, y la de Linwood, en las afueras, donde siete personas perdieron la vida. Otra víctima, de la que no está claro en qué mezquita estaba, sucumbió a sus heridas en el hospital. Entre las víctimas mortales figuran mujeres y niños.

Unos 50 heridos por bala estaban hospitalizados. Según la primera ministra, Jacinda Ardern, una veintena aún estaban graves.

El australiano Brenton Tarrant, de 28 años, encabezó la organización armada que planificó y perpetró el demencial ataque contra la comunidad musulmana con un manifiesto racista en la cabeza donde justifica la violencia contra islámicos y migrantes que, según sus palabras, invaden los países occidentales. Tarrant se identificó con el neonazi Anders Behring Breivik que, en 2011, mató a 77 personas en Noruega durante un mitin político.

Con absoluta frialdad y crueldad, Tarrant se autograbó durante su ingreso siniestro a la mezquita neozelandesa y publicó el video en Facebook en el momento en que asesinaba a balazos y remataba a sus víctimas indefensas sin piedad.

Tarrant estaba equipado con armas semiautomáticas con las que causó el baño de sangre en las dos mezquitas de Christchurch, en Nueva Zelanda.

La primera ministra, Jacinda Ardern, que habló de uno de los “días más oscuros” de este país del Pacífico Sur, calificó el atentado de “terrorista” y subrayó que se trata del peor ataque contra musulmanes en un país occidental.

El supuesto autor, un australiano de 28 años, fue detenido y acusado de asesinatos.

El atentando suscitó una cascada de condenas en todo el mundo, desde el papa Francisco hasta la reina Isabel II, pasando por el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan.

El asaltante difundió en directo en las redes sociales las imágenes de sus ataques, donde se le ve pasar de víctima en víctima, disparando contra los heridos cuando intentaban huir.

Debe comparecer hoy ante el tribunal del distrito de Christchurch. Otros dos hombres están detenidos, aunque se desconoce de qué se les acusa.

Manifiesto del terror

Antes de pasar a la acción, el hombre, que se presenta como un blanco de clase obrera con pocos recursos, publicó en Twitter un manifiesto racista de 74 páginas titulado “El gran reemplazo”, en alusión a una teoría originada en Francia y que va ganando terreno entre los círculos de la ultraderecha según la cual los “pueblos europeos” son “reemplazados” por poblaciones no europeas inmigrantes.

El documento detalla dos años de radicalización y preparativos. Afirma que los momentos claves de su radicalización fueron el fracaso de la dirigente ultraderechista Marine Le Pen en las elecciones francesas de 2017 y la muerte de la pequeña Ebba Åkerlund de 11 años en un atentado con camión en abril de 2017 en Estocolmo.

Las cuentas en Twitter, Instagram y Facebook donde fue publicado el video, las fotos y el manifiesto fueron desactivadas.

“Está claro que esto solo se puede describir como un ataque terrorista (...) Por lo que sabemos parece que estaba bien planeado”, dijo Ardern.

CONMOCIÓN Y REPUDIO MUNDIAL POR LA MATANZA DE ISLÁMICOS EN NUEVA ZELANDA
El atentado ocurrido en Nueva Zelanda generó una conmoción mundial y el repudio de diversos líderes políticos y sociales. La alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló que el ataque “terrorista e islamófobo” ocurrido en dos mezquitas de Christchurch (Nueva Zelanda) “es un recordatorio terrible de que el racismo mata” y que los países deben combatir este mal de forma prioritaria.

El papa Francisco expresó su “sincera solidaridad” ante el ataque terrorista en Nueva Zelanda, y que calificó de actos de “una violencia sin sentido”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó como una “horrible masacre” los ataques en Nueva Zelanda.

El Gobierno argentino condenó “enérgicamente” los actos terroristas que dejaron un saldo de al menos 49 muertos en dos mezquitas en Christchurch.

Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, condenó la tragedia que tuvo lugar en Nueva Zelanda, donde se registraron ataques a dos mezquitas, y a la que el mandatario calificó como una “terrible matanza”.

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