El mandatario estadounidense dice que no utilizó esas palabras. Varias fuentes confirmaron que señaló que EEUU  no debería recibir migrantes de esos países y sí de Noruega. “Es un insulto al mundo”, aseguró el presidente Evo Morales 

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13 de enero de 2018, 4:00 AM
13 de enero de 2018, 4:00 AM

El presidente estadounidense, Donald Trump, desató un escándalo internacional al calificar de “países de mierda” a El Salvador, Haití y naciones africanas desde donde provienen miles de migrantes a Estados Unidos. La Casa Blanca no desmintió las palabras ofensivas de Trump. Los gobiernos de El Salvador, Haití y varios africanos condenaron los insultos de Trump.

Según estas fuentes, el presidente hacía referencia a países de África, así como a Haití y El Salvador, afirmando que EEUU debería recibir en su lugar a ciudadanos de Noruega, con cuya primera ministra se había reunido la víspera.

Respecto a la declaración de “países de mierda”, el mismo Trump pareció ofrecer ayer un desmentido vago sobre las palabras que utilizó. Tuiteó: “El lenguaje que usé en la reunión de DACA fue duro, pero esas no fueron las palabras ” y agregó que lo que dijo sobre Haití no fue despectivo y que solo mencionó que “Haití es, obviamente, un país muy pobre y aquejado por problemas”.

El mandatario se reunió el jueves con senadores y legisladores en la Casa Blanca para hablar sobre una propuesta bipartidaria que limitaría la reunificación familiar y el llamado programa “lotería de visas”, a cambio de evitar que cientos de miles de jóvenes indocumentados sean deportados. “¿Por qué todas estas personas de países de mierda vienen aquí?”, preguntó Trump, según contaron al diario The Washington Post. 

El periódico The New York Times dio a conocer la misma información.

El presidente se refería a ciudadanos de Haití y de países africanos, y el Post dijo que también incluyó a El Salvador. Al mismo tiempo, Trump sugirió que EEUU debería recibir a inmigrantes de lugares como Noruega.

El senador republicano Lindsey Graham y el senador demócrata Dick Durbin acudieron a la Casa Blanca para presentar su propuesta bipartidaria, pero al encuentro terminaron siendo invitados activistas republicanos con una posición muy dura respecto a la inmigración.
Ambos están tratando de alcanzar una solución para los “dreamers” (soñadores), los casi 800.000 jóvenes indocumentados que llegaron a EEUU siendo niños.

Trump anuló en septiembre del año pasado la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) aprobada por Barack Obama en 2012, abriendo la puerta a que fueran deportados.  Pero un juez de San Francisco bloqueó el martes la medida, al señalar que el argumento del Gobierno es “una premisa legal con fallo”.

“Algunos políticos de Washington prefieren luchar por países extranjeros, pero el presidente Trump siempre lucha por el pueblo estadounidense", afirmó en un comunicado Raj Shah, un portavoz del Ejecutivo. “Siempre supimos que al presidente Trump no le gustan las personas de ciertos países o de según qué color", apuntó el congresista demócrata Luis Gutiérrez. “Ahora podemos decir con 100% de seguridad que el presidente es un racista, que no comparte los valores de nuestra Constitución”, agregó.

El Salvador y Haití, indignados
El Gobierno de El Salvador protestó ante EEUU por las declaraciones de Trump. “El Salvador demanda respeto a la dignidad de su noble y valiente pueblo”, dijo el presidente Salvador Sánchez Cerén. Las expresiones “golpean la dignidad” de los ciudadanos salvadoreños, exclamó.

Por su parte, el Gobierno de Haití consideró “inaceptables” y “racistas” las declaraciones de Trump. “El Gobierno haitiano condena con la mayor firmeza estas declaraciones desagradables y abyectas que, de ser probadas, serían inaceptables en todos los sentidos porque reflejan una visión simplista y racista completamente equivocada”, señaló.  

En la nota, Haití dijo estar “profundamente indignado y sobresaltado por el tenor de las declaraciones, que no han sido desmentidas oficialmente”.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó también a su homólogo estadounidense por los supuestos comentarios racistas que hizo en contra de ciudadanos de varios países.

“Al insultar a países africanos, El Salvador y Haití, Trump insulta al mundo y demuestra que su lenguaje y políticas están contaminados de racismo, fascismo, soberbia e ignorancia del capitalismo”, escribió Morales en Twitter.
 El gobernante boliviano agregó que “la historia ha demostrado que los que ofenden así, terminan tragándose sus palabras”.

Países africanos acusan 

La Unión Africana (UA) y varios Gobiernos de esta región tacharon de “racistas” los comentarios atribuidos al presidente Trump. 
“Son francamente racistas”, dijo a EFE Ebba Kalondo, portavoz del presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, en conversación telefónica.

“No solo son alarmantes para la Unión Africana por su naturaleza racista sino porque, si son ciertos, serían aún más sorprendentes dada la realidad histórica de cómo muchos africanos llegaron a EEUU como esclavos y conformaron esa sociedad", añadió el funcionario.

ONU señala a Trump

Naciones Unidas fustigó las palabras de Donald Trump considerándolas “escandalosas”, “vergonzosas” y “racistas”.

“Si se confirman, son comentarios escandalosos y vergonzosos por parte del presidente de EEUU. Lo siento pero la única palabra que se puede utilizar es ‘racista’”, declaró a los periodistas Rupert Colville, portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

“No es únicamente una cuestión de vulgaridad del lenguaje”, afirmó, considerando intolerable denigrar así a países y a un continente entero y considerar que “toda su población, que no es blanca, no es bienvenida”.

Estas palabras muestran “el peor  lado de la humanidad, validando y alentando el racismo y la xenofobia”, agregó el funcionario internacional al remarcar la gravedad de las palabras de Trump.

El mandatario suspende su viaje a Londres 

La decisión del presidente estadounidense Donald Trump de suspender su viaje a Londres para inaugurar una nueva embajada por considerarla un negocio ruinoso le ahorrará toparse con grandes protestas.

 "La razón por la que cancelé mi viaje a Londres es que no me entusiasma que la administración Obama vendiera la que quizás era la mejor embajada de Londres, y la mejor situada, por calderilla", escribió Trump en Twitter. "Mal negocio. Querían que cortara la cinta: ¡NO!". Trump atribuyó a su predecesor Barack Obama una decisión que, en realidad, tomó el Gobierno anterior de George W. Bush.